La antigüedad dejará de ser el criterio preponderante para cubrir todas las plazas de médicos de la red sanitaria pública asturiana. Habrá excepciones. La Consejería de Sanidad está retocando la normativa vigente, de manera que determinados puestos que requieren el dominio de técnicas de vanguardia se regirán por criterios de cualificación. Esas plazas no estarán sujetas a concursos de traslados ni a ofertas públicas de empleo ordinarias, sino que serán cubiertas mediante procesos selectivos específicos. "Serán pocas plazas y estarán casi todas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)", explicaron ayer a este periódico fuentes de la Administración sanitaria.
La necesidad de los mencionados cambios comenzó a ser reivindicada en 2009 en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA por Juan Luis Rodríguez-Vigil, expresidente y exconsejero de Sanidad del Principado, y por Carlos Suárez Nieto, catedrático emérito y ex jefe de otorrinolaringología del HUCA. La cuestión central era la siguiente: "El sistema de traslados [se referían al que terminó llevándose a cabo en 2010] puede dar lugar a que un médico proveniente de un hospital donde las especialidades no tienen el mismo nivel de tecnificación que en un hospital de referencia ocupe un puesto de trabajo para el que no tiene cualificación suficiente (por ejemplo, hemodinámica, trasplantes, etcétera). Las consecuencias serán obvias: degradar la asistencia o duplicar el puesto, con el consiguiente incremento del gasto".
El año pasado, en un nuevo proceso de movilidad, la propia Administración sanitaria decidió proteger determinados puestos considerados estratégicos con el fin de no debilitar a algunos centros sanitarios, particularmente al HUCA. "Proteger" significó, en ese caso, excluir esas plazas del proceso de movilidad, aunque estuvieran ocupadas por médicos interinos, con el objetivo de preservar las prestaciones que desempeñan esos médicos más jóvenes. Las plazas protegidas fueron unas 25, de las cuales más de la mitad correspondían al complejo hospitalario de La Cadellada, donde se quería preservar la continuidad de procedimientos como el trasplante de corazón o la cirugía de base de cráneo, que no son dominados por la generalidad de los especialistas en las disciplinas correspondientes.
El Servicio de Salud del Principado (Sespa), acatando el contenido de varias sentencias judiciales, actualizará su plantilla orgánica, definiendo en ella qué puestos, debido a la especificidad de sus funciones, requieren el cumplimiento de determinados requisitos técnicos. En esta misma línea serán retocados los sistemas de provisión de puestos de trabajo singularizados y mandos intermedios en el Sespa.
