Vuelve a la palestra un debate que, exagerando un poco, es casi tan antiguo como el ejercicio de la medicina. Todo el personal sanitario, incluidos los médicos, debe fichar, de modo que queden consignadas las horas de entrada y salida del trabajo. Así lo indica la Sindicatura de Cuentas del Principado en un informe de fiscalización de la gestión del personal del Servicio de Salud del Principado (Sespa) -entre 15.000 y 16.000 trabajadores- correspondiente al ejercicio de 2015.

El documento fue hecho público ayer. Y señala que, en las ocho áreas sanitarias en las que está distribuido el territorio regional, "no existe un sistema de control horario en los distintos centros de trabajo donde se registren todas las entradas y salidas correspondientes a cada modalidad de jornada y donde puedan justificarse las ausencias y su causa". Esta circunstancia, prosigue el informe, "incumple el reglamento de jornada, horario, vacaciones y permisos".

La implantación de un horario rígido para los médicos, con el correspondiente control de entrada y salida, constituye un objeto de polémica que va y viene de forma cíclica. En este caso, la Sindicatura de Cuentas pone de relieve que "no se ha podido verificar el cumplimiento de la jornada ordinaria del personal de las áreas sanitarias, al no existir sistema de control horario".

De otro lado, la tarea de fiscalización pone la lupa sobre el control de las guardias, las horas extraordinarias y la carrera profesional, asuntos muy nucleares y sensibles en la gestión del personal sanitario. Se trata de tres epígrafes que inciden de forma muy directa en el salario de los trabajadores sanitarios, particularmente en el de los médicos.

Acerca de las guardias, el elenco de críticas de la Sindicatura es amplio. "No se ha podido calcular el número exacto de horas remuneradas por las guardias realizadas, ya que en el sistema informático no siempre se introduce el número de horas, sino directamente el importe a percibir", señala el documento. Sobre las guardias localizadas, indica que "no es posible identificar cuánto tiempo se corresponde con presencia efectiva en el centro de trabajo". Parte del problema reside en el sistema de información, dado que "no refleja las horas de guardia de respuesta inmediata de forma separada a las horas de guardia de presencia física, por lo que para los casos en que se realizaron guardias de respuesta inmediata no se han podido computar las horas de guardia".

Las horas extraordinarias -las llamadas peonadas" en el argot sanitario- son objeto de una crítica que casi parece una enmienda a la totalidad. "La habitualidad y las compensaciones económicas por excesos de jornada contradicen el régimen de retribuciones del personal, según el cual este complemento debe ser excepcional y compensado a través de los correspondientes descansos", precisa la Sindicatura, pese a que en el año al que se refiere su papel fiscalizador ya llevaban tiempo en marcha las restricciones a las horas extraordinarias impulsadas por el consejero de Sanidad Faustino Blanco. En el año 2015 hubo elecciones autonómicas, y en el verano asumió el cargo Francisco del Busto, más flexible en sus planteamientos.

Al subrayar las deficiencias de la carrera profesional, el informe se muestra muy duro en el fondo de la cuestión, y se remonta al momento mismo de su puesta en marcha, en 2006. "Pese al buen diseño teórico de la carrera profesional en el Sespa, el desarrollo final se asemeja más a un complemento fijo abonado por antigüedad, lo que contraviene la esencia misma de la carrera", indica la Sindicatura. En efecto, la carrera, pensada sobre el papel para premiar retributivamente a los mejores, se ha convertido en "café para todos" en el que el único requisito que se exige es el de ir cumpliendo años.

El documento ataca también el mecanismo de evaluación: "La valoración de méritos para acceder a la carrera profesional en el periodo transitorio contradice el Acuerdo de 2006, donde se establece que los méritos valorados para un grado no podrán utilizarse para acceder a otro superior". Además, concreta la Sindicatura de Cuentas del Principado, "un 22,7 por ciento de los expedientes revisados no alcanzaron los puntos requeridos para el grado/nivel concedido".