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La investigación

Los perros hallan restos de sangre en las fregonas del piso del coañés detenido

La Guardia Civil busca el arma homicida y se lleva unas muletas de casa de los padres de Ledo | Los investigadores tratan de localizar una chaqueta roja  

Javier Ledo, ayer, delante de su casa de Navia antes de iniciar el registro. GUSTAVO GARCÍA

Los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, desplazados desde Madrid hasta Navia, encontraron restos de sangre en utensilios de limpieza de la vivienda del coañés Javier Ledo, detenido por la muerte de la gijonesa Paz Fernández, desaparecida desde el 13 de febrero y cuyo cadáver con signos de violencia fue hallado el pasado martes, día 6, en el embalse de Arbón (Villayón). Los restos de sangre se detectaron en una fregona y en otros puntos de la vivienda, lo que apunta a que se habría limpiado el supuesto escenario del crimen.

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La investigación se centra ahora en localizar el arma con la que se cometió el crimen, por eso se registró también -hasta bien entrada la madrugada de ayer- la casa de los padres del único arrestado, ubicada en la localidad de Llosoiro (Coaña). Los agentes no incautaron tanto material como en la vivienda de Navia, pero sí unas muletas que, en teoría, serían las que Ledo podría haber usado mientras estuvo escayolado, que según la versión que él mismo dio a LA NUEVA ESPAÑA, coincidió con las fechas del crimen.

Pero estos registros fueron insuficientes para los investigadores. La Guardia Civil volvió otra vez ayer por la mañana a la casa familiar que utilizaba Javier Ledo en el centro de Navia, a escasos cincuenta metros del hostal en el que Paz Fernández había reservado una habitación que nunca llegó a utilizar. Los agentes ya habían puesto patas arriba la vivienda el viernes durante más de nueve horas, ayudados por los canes adiestrados en el hallazgo de restos biológicos. Y los encontraron. Fuentes cercanas al caso aseguraron que "los perros se fueron directamente a una fregona, donde se detectaron restos de sangre. Esto es porque, aunque se limpie y se piense que no quedan restos biológicos, en realidad no es así". Las mismas fuentes indicaron que los investigadores están convencidos de que se limpió a fondo la casa intentando, supuestamente, eliminar cualquier rastro.

El registro de ayer no fue tan prolongado como el anterior. Duró sólo dos horas, entre las once y la una de la tarde. Posteriormente, la vivienda ubicada en el centro de Navia fue clausurada. Igual que en la jornada anterior, Javier Ledo estuvo presente en todas las ocasiones y siempre se mostró tranquilo. Las fuentes consultadas insistieron en que "mantiene que es inocente, que él no hizo nada", tal y como insistió también durante su entrevista con este periódico.

En los registros participaron agentes de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial de la Guardia Civil de Luarca y del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Oviedo, apoyados por los agentes del Servicio Cinológico desplazados por la Dirección General del Instituto Armado en Madrid con los perros adiestrados en la búsqueda y detección de restos biológicos.

La multitud de muestras y objetos requisados por los agentes en ambas viviendas familiares ya han sido enviadas al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, según explicó ayer el Instituto Armado en un comunicado. También se indicaba que el detenido seguirá custodiado por la Guardia Civil mientras se continúen practicando actuaciones y diligencias previas a que pase a disposición judicial, lo que se prevé que ocurra el lunes a primera hora, que es cuando se cumple el plazo legal de las 72 horas máximas de arresto.

Las fuentes consultadas también indicaron que desde que se encontró el cuerpo de Paz Fernández "se ha tomado declaración a muchísimas personas del entorno en el que se movían la víctima y el detenido", e incluso han señalado que a "alguno se le ha preguntado más de una vez". No ha trascendido que pueda haber más detenciones, aunque se insiste en que "mientras la investigación siga abierta, puede haber incluso nuevos registros. No se puede descartar nada".

El Juzgado de Instrucción de Luarca que se ha hecho cargo del caso decretó el secreto de sumario desde que apareció el cadáver de Paz Fernández Borrego en el embalse de Arbón, y la Guardia Civil está cumpliendo la orden a rajatabla.

En el cuartel de Luarca y de Navia el silencio es absoluto y ante cualquier pregunta la respuesta es remitir a la Comandancia de Oviedo para solicitar cualquier información. Y fuera de ahí, sólo está la rumorología popular y los relatos de aquellos que aseguran haber conocido a uno o a los dos protagonistas de este crimen para cuya resolución definitiva aún habrá que esperar un tiempo.

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