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Mando en plaza de Mercedes Fernández

La sustitución de Gabino de Lorenzo como Delegado del Gobierno era la gran asignatura pendiente de la presidenta regional del PP

Mercedes Fernández, en una imagen de archivo. IRMA COLLIN

Cuando Mercedes Fernández asumió las riendas del PP asturiano en 2012 se marcó como objetivo dar la vuelta a la organización como si de un calcetín se tratara. La exdelegada del Gobierno y exsíndica ha ido cumpliendo etapas, renovando equipos y, en fin, acometiendo una profunda transformación de caras y dirigentes en el partido que heredó de Ovidio Sánchez, del que más de una vez ha dicho que estaba "roto" tras la escisión con el casquismo que desembocó en la fundación de Foro. En esta travesía, que ya va para siete años, su gran asignatura pendiente era lograr la sustitución de Gabino de Lorenzo de un puesto que ella conocía muy bien y en el que la química con el exalcalde de Oviedo ha sido nula.

Donde el casquismo hablaba de motosierra, Mercedes Fernández llegó con bisturí y empezó a hacer cirugía no invasiva sin pausa pero con prisa. Primero sacó al avilesino Joaquín Aréstegui de la lista autonómica, encontró acomodo para Isabel Pérez-Espinosa en una sociedad estatal y tuvo que convivir con Fernando Goñi como secretario general por su labor de zapa para ganar aquel primer congreso tras la escisión con Foro. Consolidado su control orgánico, relevó a Goñi y en 2015 le encontró hueco en el Senado en representación de la Junta General del Principado. Ya tenía vía libre para nombrar a Luis Venta como secretario general, un puesto que en la práctica el diputado de Villaviciosa ya llevaba desempeñando desde la marcha de Goñi a Madrid.

El congreso autonómico de 2017 supuso su gran reválida. Arrasó en la primera votación a la avilesina Carmen Rodríguez Maniega, haciendo innecesaria una segunda vuelta y demostrando su fuerza en una organización a la que algún sondeo atribuía la victoria en las elecciones al Principado. Quedaban por despejar las incógnitas de dos asignaturas pendientes: Gabino de Lorenzo y Agustín Iglesias Caunedo. La instrucción del caso Pokemon ha dejado en paréntesis la carrera política del, hasta ahora, último alcalde del PP en Oviedo.

Con Gabino de Lorenzo, la relación ha sido tirante. El hasta ahora delegado del Gobierno llegó a decir que hacía falta "savia nueva" para dirigir el partido en Asturias, en lo que Mercedes Fernández interpretó como un desplante. Aseguran que no fue el único. Además, la, presidenta autonómica del PP nunca entendió que De Lorenzo ignorase el apoyo que le ofreció para el ejercicio de un cargo que conocía al detalle por su experiencia previa al frente de la Delegación del Gobierno y que, en la complicada situación actual, no aprovechara su puesto para reforzar el discurso político del PP en Asturias.

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