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Suárez también buscó "la bendición" de Asturias

Por la izquierda, el abad de Covadonga, Emiliano de la Huerga, da una detallada explicación en la gruta de la Santina al Príncipe ante la atenta mirada de los Reyes Juan Carlos y Sofía y la Infanta Elena. A la derecha, Felipe de Borbón, con la venera de la Cruz de la Victoria y la figura de un hórreo que recibió como obsequio.

Adolfo Suárez no acudió a la entrega de atributos al Príncipe Felipe en 1977, pero debieron llegarle mensajes muy positivos de esa cita y de la que casi tres años después, en 1980, volvió a tener como marco Asturias y también los paisajes de Covadonga, con motivo de la creación de la Fundación Príncipe de Asturias. El "cerebro" de esta segunda visita fue el ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien por aquel tiempo era gobernador civil de Oviedo, nombrado por el Gobierno de Suárez. "Recibí el encargo del ministro del Interior, Juan José Rosón, y estuve trabajando en esa visita muy en contacto con Sabino Fernández Campo, que era el secretario general de la Casa del Rey, y con Graciano García, por la Fundación", comenta el exministro.

En aquella visita, que se prolongó dos jornadas, fue la primera vez que el Príncipe pronunció unas palabras en público "desde el balcón del Ayuntamiento de Cangas de Onís", recuerda Fernández Díaz, quien subraya "el apoyo ciudadano muy grande" en todos los actos. El exgobernador recuerda el empeño del presidente Suárez en que la iniciativa saliera adelante: "Me hizo un encargo muy especial: trabajar para ayudar a que llegara a buen fin la iniciativa de la creación de la Fundación Príncipe de Asturias".

El viaje supuso "un gran éxito", afirma el también exministro. Tanto que Adolfo Suárez pidió a Jorge Fernández Díaz que organizara un viaje "similar" a Asturias pero en este caso para el propio presidente del Gobierno. Una visita de contacto con la gente y con las instituciones "para palpar la realidad social" de Asturias, por entonces "un punto neurálgico" en el mapa político del país: el secretario de la Casa del Rey era asturiano, el secretario general de UCD, Rafael Calvo Ortega, era diputado por Asturias, y el director de gabinete del presidente del Gobierno era otro asturiano, Alberto Aza. "Estábamos trabajando en ello pero la dimisión de Suárez, antes del 23-F, frustró aquella idea", revela el exgobernador y exministro.

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