Las mujeres se encuentran infrarrepresentadas en los estudios de ingeniería. Según los últimos informes del Ministerio de Educación, el 54,3% del total de estudiantes universitarios son mujeres y su presencia es mayoritaria en todas las ramas con la excepción de las titulaciones técnicas donde son el 26%. En la Universidad de Oviedo son un millar los que acceden por primera vez a los estudios de ingeniería este curso de entre los 4.328 que cursan estudios de grado. Sólo en el ámbito de la Informática su presencia baja al 16% entre el alumnado de nuevo ingreso.
Un informe del Consejo Estatal de Estudiantes de Telecomunicación señala como una de las posibles causas de este problema el pensamiento arraigado en la sociedad de asociar las ingenierías con un mundo de hombres. Como ejemplo, las matrículas de este curso en los grados de ingeniería de la Universidad de Oviedo. Llama la atención especialmente en los estudios relacionados con el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación donde la representación de la féminas es mínima. En el grado de Ingeniería Informática del Software han ingresado 126 chicos y 28 chicas. En el de Ingeniería Informática en Tecnologías de la Información son 105 hombres frente a 17 mujeres. En el de Tecnologías Mineras hay 6 féminas entre los 20 matriculados. O en Electrónica, con 85 varones sobre 25 mujeres. Pero también ocurre en Ingeniería Mecánica donde son 126 varones frente a 16 mujeres. De otro lado se observa como cambia la tendencia en las profesiones sanitarias. En Medicina entraron este curso 156 nuevos alumnos de los que sólo 54 eran hombres.
Otro factor que justifica la ausencia de las mujeres en el sector, a juicio de los profesionales, es la falta de apoyo en su entorno más cercano, no tanto por la dificultad de la carrera sino por no verlas capacitadas para amoldarse a ese ámbito laboral; " se les incita normalmente a realizar estudios de otra índole", añaden los profesionales. Una circunstancia que sorprende cuando en edades tempranas, generalmente, las mujeres superan a los hombres en todas las materias, incluyendo las Matemáticas, por lo que tienen la habilidad para ese tipo de estudios. El factor diferencial es cómo se enfrentan hombres y mujeres a los retos. Mientras ellos al fallar la tarea piensan que el reto es demasiado difícil, las mujeres piensan que el problema está en su propia capacidad. Además, en el mundo laboral, se mantiene la brecha salarial y una diferencia de contratación entre hombres y mujeres. La posibilidad de tener un hijo, la correspondiente baja maternal y una reducción de jornada laboral es visto todavía como una pérdida de beneficios para el empresario.
Un estudio realizado por una alumna del grado de Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Politécnica de Cartagena aborda el problema y constata que la baja asistencia de las mujeres en la ingeniería se puede dar por varias razones: "Sociabilización, discriminación laboral, poco respaldo del entorno familiar", detalla aunque el perfil psicológico de las mujeres en la ingeniería es más fuerte que el de los hombres, ya que meditan más su elección y durante este proceso se enfrentan a más dudas y a los estereotipos que actúan en su contra. Para romper con ello en la Universidad de Chile funciona desde 2014 el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas que busca mejorar la participación femenina en sus campus. A pesar de todo, hay que ver el lado bueno: hace años apenas el 1% de los futuros ingenieros eran mujeres. Aunque despacio, esas cifras han aumentado.
