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Coches viejos y más viajes, claves para el aumento de muertes en carretera en Asturias

Tráfico incrementará los controles de velocidad, alcohol y drogas para reducir una mortalidad que acerca a la región a cifras de hace un lustro

El terrible accidente de San Tirso de Abres, con tres fallecidos, ocurrido el pasado mes de junio. TANIA CASCUDO

La mortalidad en la carretera ha descendido un uno y medio por ciento en el territorio nacional, pero Asturias se encuentra entre las regiones que han incrementado el número de fallecidos, pasando de 27 en 2017 a 32, un incremento del 18 por ciento. El año que se cerró el pasado lunes registró terribles accidentes, como el del Alsa de Avilés del pasado 3 de septiembre, con cinco fallecidos, o el de tres trabajadores de un taller mecánico de San Tirso de Abres, que perdieron la vida al estrellarse contra un camión el pasado junio, un mes terrible, ya que en pocas semanas se acumularon hasta ocho fallecidos. Tráfico ya ha indicado que incrementará los controles de velocidad, alcoholemia y drogas para reducir unas cifras de mortalidad que acercan a la región a los datos de hace un lustro.

Sin embargo, los expertos apuntan a otros motivos para explicar este incremento. "Ya avisamos que la reducción de la siniestralidad y el número de fallecidos en años anteriores era un espejismo motivado por la crisis. En cuanto ésta ha remitido, se han incrementado los desplazamientos y paralelamente los accidentes mortales", indicó Raimundo García Cuesta, presidente de la Organización Internacional de Accidentología Vial. García Cuesta se mostró favorable a abrir un debate y no centrar tanto la investigación en las causas de los accidentes como en los factores que determinan los siniestros, ya que este enfoque permite intervenir de forma más adecuada.

Alta tecnología

"Y hay un factor importante que podría estar detrás de mucho accidentes, como es la antigüedad del parque automovilístico. La administración debería potenciar la adquisición de vehículos con alta tecnología embarcada, porque incrementa las posibilidades de sobrevivir a un siniestro", añadió.

Por otro lado, el aumento de controles "solo puede molestar a aquellos conductores irrespetuosos con las normas y que ponen en peligro al resto de los usuarios de la carretera. La política de sanción es un mal necesario", aseguró García Cuesta. Otro factor relacionado con el incremento de la siniestralidad tendría que ver con la falta de mantenimiento de las carreteras, especialmente las convencionales, donde se produce el 80 por ciento de las víctimas mortales. Sobre este aspecto incide Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados, que ha pedido un esfuerzo a la Administración para remozar las calzadas.

Un aspecto relevante es el gran número de motoristas fallecidos el año pasado, nueve, solo uno menos que el año anterior. La última víctima del año fue precisamente un motorista, Damián Povedano, de 25 años, fallecido al estrellarse contra un coche en el barrio avilesino de La Luz, tras invadir el carril contrario. Por mucho que se incremente la seguridad siempre quedará un amplio margen para el error humano que puede desatar un desastre.

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