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Asturias es la segunda región con menos extranjeros llamados a votar el domingo

Las urnas convocan a una porción escasa de los foráneos de la comunidad, no más de 2.619 que solo votan parcialmente en las municipales y europeas

Asturias es la segunda región con menos extranjeros llamados a votar el domingo

El hecho diferencial de esta cita electoral lleva a las urnas, parcialmente, a los extranjeros residentes en España. En Asturias a no muchos, porque votan con restricciones y porque no hay demasiados, porque el recuento escaso de su presencia en la región sirve para poner al descubierto, otra vez, algunas de las miserias de la demografía asturiana. Algunos de los extranjeros empadronados van a poder votar el domingo en las elecciones municipales, los naturales de la UE podrán participar en las europeas, y el resumen numérico ofrece una nueva evidencia de la penuria y falta de relevo de la población asturiana. En las listas de votación, la porción foránea del censo asturiano ocupa un porcentaje escaso que no supera el 0,3 por ciento. Son 2.619 votantes que en las municipales serán el segundo dato más pobre de España, solo por detrás del de Extremadura, y bajan a 1.953 en los comicios europeos, una cifra empeorada únicamente y por muy poco por los recuentos extremeño y navarro. Son porcentajes pequeños de los 41.542 extranjeros totales residentes en Asturias, según el último registro actualizado.

Es la traslación al censo electoral de la penuria de la oscura demografía asturiana, donde es sabido que la natalidad y mortalidad con los peores comportamientos del país no se compensan con las entradas de inmigrantes en cantidad suficiente. El escaso 4,1 por ciento de habitantes foráneos que contabiliza el padrón de la región a 1 de enero de este año resulta de un leve repunte respecto al 3,9 de 2018 y es el promedio más elevado de los cinco últimos recuentos anuales, pero en el conjunto de las autonomías españolas los extranjeros solamente tienen un peso inferior en las poblaciones de Extremadura y Galicia.

Su capacidad de decisión política también es limitada y está sujeta a condiciones. El domingo, en estos comicios con tres urnas -autonómicas, municipales y europeas-, habrá quien pueda depositar papeletas en todas y quien en función de su nacionalidad solo pueda hacerlo en una o en dos. Mientras en las elecciones generales y en las autonómicas solo votan los españoles mayores de edad -los residentes en España o en el extranjero y éstos previa solicitud expresa-, las municipales marcan su diferencia esencial en la admisión de las personas con nacionalidad extranjera que se encuentren inscritos en el padrón del concejo de referencia, con varias salvedades: pasan todos los nacionales de países de la UE, pero solo aquellos de naciones terceras que dispongan de acuerdo de reciprocidad con España respecto a la participación de este tipo de comicios. No son demasiados: en América, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú; en África, Cabo Verde; en Oceanía, Nueva Zelanda, y en la Europa no comunitaria Islandia y Noruega.

A cambio, los españoles con residencia extranjera, admitidos previo ruego del voto en las generales y las autonómicas, no tendrán derecho a participar en el proceso de renovación de los ayuntamientos. Obviamente, en las elecciones al Parlamento Europeo participan además de los españoles los nacionales de los países de la UE que residan en España. Todas esas restricciones explican que en las listas de votantes del próximo día 26 estén solo algunos de los extranjeros registrados en la última revisión del padrón asturiano: 2.619 en las municipales y 1.954 en las europeas de los 41.542 inscritos. La abrumadora mayoría de los extranjeros que elegirán alcaldes el próximo día 26 son pues foráneos de la Europa comunitaria.

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