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Un opositor de 60 años y una madre primeriza

Javier Uría lleva 35 años como docente y le quedan 6 para jubilarse María Díaz: "Entre el embarazo y el posparto no pude estudiar"

Un opositor de 60 años y una madre primeriza

"Me sacáis por vieyu", bromeaba Javier Uría Sánchez a la puerta de la Facultad de Derecho, donde ayer se presentaba por cuarta vez a las oposiciones a maestro de Primaria. Uría lleva 35 años en la docencia, "primero en la concertada y desde hace 12 años en la educación pública", y estaba contento de cómo le había salido la primera parte del examen, el desarrollo del tema.

Los comentarios eran los normales entre el resto de opositores: Javier Uría Sánchez tiene 60 años y puede que fuese el más veterano de los aspirantes que se presentaron a la prueba, según calcula él mismo. Un veterano que trabaja en el colegio de Campiello, en Piedras Blancas, y que no tenía demasiada presión. La veteranía da la tranquilidad suficiente como para pensar que "si no saco la plaza me quedan solo seis años para jubilarme". Constancia en el trabajo y empeño en el estudio para intentar lograr un puesto fijo tras toda una vida en las aulas. También lo tenía todo muy claro María Díaz Suárez, de Mieres. No había preparado el examen, pero tenía una buena razón para ello, la pequeña Covadonga Noriega, su hija nacida hace mes y medio. "Entre el embarazo, el parto y el posparto me fue imposible preparar las oposiciones", dijo. Aun así, se presentó. Su prioridad en los últimos meses no ha sido estudiar. Con la certeza de que "no puedes perder la vida por una oposición", María Díaz tuvo muy claro desde que nació su pequeña que "no iba a perder ni un segundo de su vida por preparar el examen". Así lo hizo.

María, que estudió la especialidad de Música y que da clase de asturiano a media jornada en un colegio, acudió ayer a la oposición y en ese momento no quiso tampoco separarse de la pequeña. Se la llevó al campus del Cristo con el resto de la familia. Entró a la prueba, hizo lo que pudo para la escasa preparación que llevaba y salió a darle el pecho a la pequeña. Ya tendrá tiempo para prepararse bien los exámenes, pero cuando Covadonga ya no sea un bebé.

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