La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Combinar clases presenciales y online no es "descabellado", afirman los expertos

Los pediatras ven "necesario" que los niños no tengan contacto físico en colegios y los psicólogos dicen que eso no detendrá su socialización

Alumnos de un colegio de Avilés a la salida de clase. MARA VILLAMUZA

Lo que los profesores rechazan en bloque, los expertos no lo ven "tan descabellado": combinar clases presenciales y telemáticas a partir del próximo curso, como propone la Consejería de Educación. En otros países "funciona" y, "si el teletrabajo ha venido para quedarse en muchos sectores, ¿por qué la educación va a quedarse atrás?", se preguntan. Los pediatras consideran "absolutamente necesario" que los alumnos respeten, tanto en el aula como en el patio, los dos metros de distancia. "Pueden ser transmisores del virus y generar un nuevo brote en otoño. Sin separaciones, tendremos problemas", advierten. Los psicólogos aseguran, por su parte, que la socialización de los niños "no se verá interrumpida", pero sí que "variará la adquisición de nuevas actitudes". Por ejemplo, dicen, "no eliminaremos la sonrisa, pero sí los besos". Y los educadores sociales ponen el foco en la brecha digital: "No se resuelve dando conexiones y portátiles; hay que asesorar a las familias". Porque con las clases a distancia, el riesgo de fracaso escolar "se multiplica".

La consejera Carmen Suárez afirmó ayer en un encuentro telemático con 230 familias de un colegio gijonés que los centros abrirán "con todas las precauciones debidas". Una de ellas, la más importante, es el distanciamiento social. "Los niños, como los adultos. Mientras no haya vacuna, es clave guardar la distancia para controlar la pandemia", señala José Ignacio Pérez Candás, presidente de la Sociedad Asturiana de Pediatría y médico del centro de salud de Sabugo, en Avilés. Lo mismo dice el pediatra Francisco Álvarez, quien recalca que la medida hay que cumplirla tanto en clase como en el recreo. Respetar la distancia solo en aula "no tendría sentido", apunta el médico del centro de salud de Lugo de Llanera.

Sobre reducir a la mitad el aforo de las aulas, Álvarez sostiene que "no porque haya menos críos va a haber menos contagios"; lo ideal es que todos vayan a clase pero "guardando los dos metros de separación". Ese distanciamiento tendrá que ser mayor, de cinco metros, en las clases Educación Física, donde aumenta el contagio al inhalarse más aire. "Hay muchas actividades que no requieren contacto físico, como el tenis, que serán perfectamente asumibles", comenta José Ignacio Pérez. El pediatra cree que la idea de la Ministra y la Consejera de alternar clases presenciales y a distancia "no es tan descabellada" y puede ser una "oportunidad para el cambio".

La psicóloga Elena Cubero coincide en el análisis. "En principio", afirma, combinar los dos modelos de formación "es un buen planteamiento". "Ya se viene haciendo en algunos centros en España, en otros países y en otros entornos como el universitario. La competencia digital es uno de los estándares que se persigue en el alumnado y aplicarlo de manera formal y bien organizada permitiría, sin duda, alcanzar cada vez mejores niveles, tanto en el alumnado como en el profesorado", abunda. La responsable de la Comisión de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Piscólogos de Principado de Asturias indica que "no se puede hablar de consecuencias psicológicas" en los alumnos, sino de "respuestas adaptativas al nuevo contexto" y "estas se irán desarrollando e implementando paulatinamente". "Mantener el distanciamiento físico será un reto para todos", afirma la especialista, que pide "confiar más en los niños, concederles capacidad de comprender y aceptar normas nuevas". "Necesitan explicaciones sencillas, claras y realistas", agrega. Cubero sostiene que "el proceso de adquisición de conductas, hábitos, normas o reglas que les permite integrarse en la sociedad en la que crecen continúa". "Lo que variará, si esta situación se alarga, será la adquisición y aprendizaje de nuevas actitudes de sociabilidad. No eliminaremos la sonrisa, pero sí los besos, por ejemplo", remata.

La presidenta del Colegio Profesional de Educadores Sociales del Principado de Asturias, Flor González, opina que el Gobierno quiere "meter todo el agua de una bañera en un solo vaso". Con este ejemplo gráfico, González quiere decir que la "desproporción" entre alumnos es muy alta y "si no se toman otras medidas excepcionales, la brecha digital y social será mayor". En este sentido, la representante en la región de los educadores sociales subraya que "la rutina que genera ir al colegio va a más allá de hacer Matemáticas". "Es trabajo en equipo, aprender de los demás... Y todo eso desaparece en casa. Si a eso añadimos que el entorno familiar es hostil, las probabilidades de fracaso escolar se multiplican", indica.

La experta reclama a la Consejería la intervención de "equipos multidisciplinares", porque, advierte, "los maestros necesitan apoyo y lo necesitan ya". Durante el estado de alarma, agrega, "se han convertido en psicólogos, en trabajadores sociales, en educadores sociales...". "La brecha digital no se resuelve dando conexiones y portátiles. La Administración puede tener la mejor intención y comprar equipos, pero hay que enseñar a las familias a trabajar con ellas", avisa. Flor Guardado también reflexiona sobre el acoso escolar. "Los niños que sufren bullying ahora mismo están encantados en su casa. Veremos a ver cómo se aborda su regreso a las aulas cuando no van a querer", remarca.

Entre las familias numerosas hay "preocupación". Se preguntan cómo mantendrán su empleo a partir de septiembre con una vuelta al cole mixta. Y Pedro Leal, diputado de Foro Asturias, critica que "las ocurrencias e improvisaciones de Celaá (la Ministra) y Suárez (la Consejera) son la prueba del caos de la gestión del estado de alarma en Educación, al proponer turnos rotatorios de clases online y presenciales".

Compartir el artículo

stats