Las calculadoras de los gobiernos autonómicos echan humo desde que el Ministerio de Hacienda actualizó los criterios de reparto de su fondo de compensación de gastos por la crisis y en la de Asturias sale una estimación de 280 millones de euros. A falta de confirmación oficial de Madrid, esa es la parte de la tarta de 16.000 millones que le tocaría al Principado según la cuenta con la que el Presidente, Adrián Barbón, ilustró ayer al Pleno de la Junta. Muy al final de su respuesta a la pregunta de la portavoz de Ciudadanos, Laura Pérez Macho, el jefe del Ejecutivo dejó en el hemiciclo esa cifra y la dicha muy contenida, o la insatisfacción optimista que le genera la ganancia de la región tras el cambio en las reglas de distribución respecto al planteamiento preliminar del Ministerio.
"Soy muy difícil de contentar", empezó Barbón una vez que la diputada naranja hubo criticado su posición "acrítica" respecto a los dictados del Gobierno de Sánchez, su enroque en "posiciones partidistas" o su negativa a secundar la reprobación de otras comunidades autónomas, como las vecinas de Galicia, Cantabria o Castilla y León, y de algunos presidentes socialistas como el de Aragón.
Barbón se presentó como el responsable de "una de las comunidades autónomas que más batalla dio" en la discusión sobre el método de reparto de los 16.000 millones de euros y pasó a inventariar sus logros en el intento de que no contasen mucho más los números del impacto de la pandemia en cada región que los de los esfuerzos en inversión sanitaria y las peculiaridades de una demografía empobrecida y necesitada de cuidados. "Conseguimos que se introdujera la variable de población" y que se perfeccionara como "población protegida equivalente", o que en lugar del número de pruebas PCR positivas se tuvieran en cuenta todas las practicadas? Total, 280 millones que según el Principado mejoran las prestaciones del reparto inicial: con la estructura de partida -10.000 millones para gasto sanitario y mil para el sistema de servicios sociales-, Asturias habría recibido 185. Con la distribución actual -9.000 para sanidad y 2.000 para educación- la cuenta sube a 217. A ambas magnitudes habría que añadir la parte correspondiente del fondo de 5.000 millones que compensa la caída de ingresos tributarios y la porción del transporte. Así saldrían los 280.
Sería el 1,75 por ciento del fondo para una comunidad que representa el 2,15 por ciento de la población española. Está por debajo de su peso demográfico, algo que les pasa también a otras. De las autonomías que como Asturias han hecho sus propios cálculos, solo Madrid y Cataluña recibirían un porcentaje del fondo superior a su peso en población y se repartirían el 41 por ciento del total. Les corresponderían 3.400 y 3.200 millones, respectivamente, y con los 2.100 que estima Andalucía, entre las tres acapararían más de la mitad del total pese a que juntas no llegan al 50 por ciento de los habitantes.
Sí son las tres comunidades más pobladas, pero las variables del reparto relacionadas con el impacto de la pandemia alteran el orden: Madrid y Cataluña, menos habitadas que Andalucía pero más afectadas por la pandemia, recibirían los mayores porcentajes del fondo -un 21,25 y 20 y por ciento respectivamente-, Andalucía tocaría a un trece, Valencia a un 8,75 y Galicia, que representa a un 5,7 por ciento de la población española y para la que se estiman unos 767 millones, tendría un 4,8. Aquí faltaría aún por ejemplo el cálculo de Castilla y León, pero está el de La Mancha, que pasa por ser la tercera región con más casos por 100.000 habitantes y tendría 630 millones, menos de un cuatro por ciento para una población que pesa el 4,3.
Respecto a Asturias, el presidente del Principado matizó ayer en la Junta que eso es lo conseguido "hasta ahora" y que no renuncia a más. O que se previene contra un recorte, porque advirtió mirando a Cs de que estas condiciones aún han de ser convalidadas en el Congreso y allí todo puede cambiar.
De entrada, eso sí, Barbón quiso dejar en evidencia que el fondo de 2.000 millones para gastos educativos no bastará. A preguntas de PP y Foro, replicó que Asturias no tendrá suficiente para cubrir las necesidades de refuerzo que requiere un curso como el próximo. El Principado, reconoce, tendrá que complementar lo que llegue de Madrid con esfuerzos propios y plantearse la reordenación de sus presupuestos. "Hay aulas que desdoblar y habrá que contratar más personal", asume.
Los portavoces de PP y Foro obligaron a Barbón ayer, por lo demás, a defender y ratificar a su consejera de Educación, Carmen Suárez, acusada del "descontrol" educativo durante la pandemia por la portavoz del PP, Teresa Mallada, y del "auténtico desastre" que vio el de Foro, Adrián Pumares. No demasiado inclinado a mirar atrás, Barbón ve "baches, errores, carencias", pero al momento vuelve con que "nadie estaba preparado" y "ninguna autonomía hizo nada diferente en cuanto a la reacción".
El pleno dejó para el futuro, por lo demás, las buenas palabras y las manos tendidas entre el Presidente y la portavoz de Podemos, Lorena Gil. Después de un par de plenos de agria discusión, la pregunta podemista sobre la necesidad de extremar la protección sobre las mujeres, la igualdad y la conciliación tras la pandemia encontró a Barbón firmando "de la A a la Z" el discurso de la diputada y prometiéndose ambos mutuamente una disposición al entendimiento.
