Abel Rodríguez acaba de ser reelegido secretario regional de Jupol (Justicia Policial) en el Principado. Se trata de la organización que hace ahora un año batió todos los récords de representación de los agentes con una principal exigencia: equiparar los sueldos de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía con los de las policías autonómicas como la catalana o la vasca. Rodríguez entró en la academia de Ávila para formarse como agente en 2004. Su primer destino como funcionario en prácticas fue Madrid. Después, una vez jurado el cargo, se trasladó a Tenerife. En 2007 trabajó en la Brigada de Información de la Comisaría de San Sebastián. El momento más duro de su vida profesional lo vivió en diciembre de 2008 cuando la banda terrorista ETA mató al que era su jefe directo. Desde 2012 está destinado en Gijón.
- ¿Qué le impulsó a meterse en el sindicalismo?
-Siempre fui una persona tenaz en cuanto a luchar por los derechos de los trabajadores y la verdad es que para mí la mejor manera de hacerlo es a través del sindicalismo. Una vez que di ese paso me ocupé de los asuntos jurídicos de Jupol y decidí arrimar el hombro presentándome a las elecciones regionales porque me lo habían pedido muchos afiliados.
- ¿Son suficientes las acciones del gobierno para llegar a la equiparación salarial?
-Por supuesto que no. Más bien al contrario. Cada día que pasa la desigualdad es mayor con respecto a otros cuerpos de seguridad. Hace nada los Mossos catalanes fueron equiparados con los bomberos y la diferencia salarial aumentó todavía más. Y hay que tener en cuenta que el dinero que ellos cobran sale de la misma caja que el nuestro.
- Algunos creen que los agentes ya están bien pagados.
-Nuestro trabajo no es fácil de desempeñar, estamos en peligro la mayor parte del tiempo, anteponemos nuestras vidas para salvar las de los demás si llegara el caso y solo pedimos cobrar lo mismo que cobra la policía autonómica porque hacemos el mismo trabajo: a igual trabajo igual sueldo.
- ¿Ha cambiado en los últimos años la imagen de la Policía?
-Bajo mi punto de vista sí y, de hecho, somos una de las instituciones más valoradas.
- ¿Cómo afronta su futuro en el sindicalismo?
-Espero estar al frente del sindicato en Asturias un tiempo y luego volver a trabajar en la calle, que a mí es lo que de verdad me gusta de mi profesión.
- ¿Cómo ve al resto de sindicatos?
-En la misma línea que mantuvieron siempre y eso no es lo que quiere la mayoría de los policías. De hecho, Jupol sigue subiendo en afiliados. Y eso es que la gran mayoría de compañeros vienen de otros sindicatos. No veo que se estén reactivando, yo creo que cada vez están peor. Su realidad se vio en las últimas elecciones. Se llevaron un chasco.
- ¿Cómo valora que hubiese polémica cuando la Guardia Civil puso a su logotipo los colores de la bandera LGTB?
-No creo que haya polémica alguna, estamos en el siglo XXI. La Guardia Civil apoya a un colectivo como puede apoyar a cualquier otro. Por ejemplo, podría ser la lucha contra el cáncer de mama y saldría el emblema de la Guardia Civil con un lazo rosa.
