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Asturias, en “riesgo extremo” al dispararse los ingresos hospitalarios y en las UCI

En Cabueñes ven un futuro “muy negro” y temen una avalancha de pacientes tras el elevado ritmo de positivos registrado

Hospital de campaña en el parking del Hospital de Cabueñes (Gijón). | JUAN PLAZA

Asturias está en situación de “riesgo extremo” por la presión hospitalaria. O, dicho de otra manera, por el incremento de los ingresos en los hospitales y en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de personas infectadas por el coronavirus. Según las autoridades sanitarias, la situación es “crítica” pero de momento asumible y “nadie va a quedar sin atender”. La sensación entre el personal sanitario es mucho más dura y pesimista. Sin que les haya dado tiempo a recuperarse de la primera ola, temen que en unos días se dispare de nuevo la cifra de contagios (las hospitalizaciones siempre se producen días después de que se detecte la infección). “Nosotros así, y la gente en las terrazas”, lamentan. Podemos Asturias reclamó ayer el confinamiento total “ya”.

Salud confirmó ayer 282 nuevos positivos diagnosticados el sábado, una cifra que sirve de respiro tras una semana en la que superar los 400 casos fue la tónica diaria. Pero hay 626 infectados o sospechosos de estarlo en los centros hospitalarios asturianos, de los que 92 están en la UCI. La incidencia de ingresos por covid en las últimas dos semanas se elevó el 145 por ciento por cada 100.000 habitantes. Además, ayer se comunicaron 10 fallecimientos, y tres de estas víctimas vivían en un geriátrico. La situación es la siguiente.

“La situación es crítica pero asumible”. Lola Escudero es jefa de la UCI Polivalente del hospital de referencia en Asturias y quiso lanzar un mensaje tranquilizador. “Hay muchas camas libres, y cualquier paciente que venga al hospital será atendido. La situación es crítica en Asturias, en España y en Europa. Es necesario mantener la calma, pero también todos debemos hacer un esfuerzo de responsabilidad”. El personal sanitario, sin embargo, lamenta profundamente que “somos pocos, no hay a quién contratar y ya estamos muy cansados, sobre todo psicológicamente, para afrontar lo que se nos viene encima de nuevo, porque las personas que están ingresadas son solo un anticipo”, aseguró una enfermera. Un compañero se lamentó del comportamiento ciudadano: “Nosotros así y la gente en las terrazas, que se llenan cada día. Es increíble”.

Los sanitarios: “Nosotros así, y la gente en las terrazas”

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“Muy negro”. La médico de Urgencias Natalia Iglesias ve el futuro crudo “con los actuales datos de contagios que tenemos, que en los próximos diez días tienen muchas posibilidades de enfermar”, y, por lo tanto, de seguir saturando camas de hospitalización y UCI. Con las medidas tomadas en los últimos días “parece que se han aliviado un poco las Urgencias”, señala, pero en las actuales circunstancias podría ser poco menos que un espejismo: “A este ritmo todo se satura”. La facultativa aprovecha para dar un tirón de orejas a la Administración regional, porque “se han hecho cosas mal, y sintiéndolo mucho hay negocios que nunca deberían haber reabierto. En el verano se podrían haber hecho las cosas mejor”. El confinamiento total “lo veo complicado, aunque sí deberían ser más estrictos con las medidas”, pero sin que ello suponga una merma en la atención a los enfermos de otras patologías. El gerente del Área V, Manuel Bayona, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad con la apertura de la segunda UCI para pacientes con covid dotada con 12 camas (la primera, que dispone de 14 camas, está ya completa). La UCI para pacientes no covid ha sido rediseñada para contar con hasta 10 camas. No obstante, los médicos advierten: “Las decisiones se toman tarde, cuando se ven con el agua al cuello, y llevamos mucho tiempo advirtiendo de que esto iba a pasar”.

Con 37 pacientes infectados por el nuevo coronavirus en planta, una unidad precovid activa y nueve enfermos ocupando otros tantos huecos en la UCI “sucia”, los profesionales sanitarios del Hospital Universitario San Agustín mostraron ayer un ligero temor a un posible colapso en la Unidad de Cuidados Intensivos, aunque prevén una contención del número de casos en los próximos días que les da alivio. “El colapso en planta es relativo porque hay posibilidad de ampliar, pero en la UCI ya están ocupadas 9 de las 14 camas: si esto sigue así no quedará más remedio que seguir el plan de destinar para pacientes covid también la UCI limpia (utilizada por pacientes críticos de otras patologías), y pasar a los enfermos graves que no tienen coronavirus a reanimación”, explicó un especialista del complejo sanitario avilesino, que aun así confía en no tener que llegar a este extremo.

"El confinamiento total lo veo complicado, aunque sí deberían ser más estrictos con las medidas”

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Otro especialista que trabaja cerca de los enfermos covid-19 descartó un posible colapso en un periodo de tiempo inmediato: “En principio nuestra situación es mejor que la de Oviedo y Gijón”, dijo. Desde enfermería también se lanzó un pequeño guiño a la esperanza, pero sin alardes: “De momento, y con todas las precauciones, vamos relativamente bien”. En el pico de la crisis, el centro cabecera de la comarca de Avilés atendió simultáneamente a 14 pacientes graves de covid y contó con el respaldo del Hospital de Avilés.

En el hospital Valle del Nalón, como en otros centros sanitarios de la región, los profesionales están casi desbordados. La semana pasada ya se suspendieron las consultas externas y la cirugía no urgente, pero el ritmo de ingresos no afloja. “Estamos viviendo una situación que no esperábamos que se llegase a vivir, o al menos tan pronto. De seguir así podría parecerse a lo que pasó con la primera oleada en Madrid. No creo que en la calle la gente sea verdaderamente consciente de la gravedad y de la situación extrema en la que se encuentran los hospitales porque los recursos no se van a poder multiplicar. Tenemos que ser todos más responsables”, indicaba ayer un profesional sanitario del complejo de Riaño para añadir: “Debería confinarse a la población en sus casas ya. Y no sé si llegaríamos tarde porque los ingresos de casos covid suelen ser largos, en planta y en UCI”.

Los sanitarios tienen una carga de trabajo superior casi a la que pueden soportar, y áreas como las Urgencias están “a tope”. “Se está empezando a desbordar la situación y hay que empezar a tomar medidas más duras”, apunta una sanitaria del centro. De hecho, indica que, internamente, entre los compañeros ven que una de las soluciones es la de cerrar las consultas externas: “Hay que utilizar el personal de forma eficaz, y en muchos casos, las enfermeras de consultas parecemos meras secretarias, haciendo un trabajo que podría hacer otro compañero administrativo, y desaprovechando a personal que podría ayudar en Urgencias o en las plantas, donde están más desbordados”. Eso sí, como sus homólogos del Nalón, los sanitarios de Mieres también creen que la mejor medida para frenar la curva es otro confinamiento.

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