El último recurso del Principado para paliar la escasez de enfermeras es fichar a estudiantes del último curso del grado. La medida, ya trasladada desde el Servicio de Salud del Principado (Sespa) a los organismos interesados, cuenta de momento con la oposición frontal del Colegio de Enfermería de Asturias, cuyo presidente, Esteban Gómez, la ha tachado de “escándalo”. En la primera ola ya se había recurrido a alumnos de cuarto curso, pero a medias: lo que se hizo entonces fue adelantar un mes las defensas de los trabajos de fin de grado, el último paso antes de poder recibir el título. Ahora, como el curso lleva apenas dos meses de recorrido, este nuevo plan exigiría una modificación legal para amparar unos contratos que, en cualquier caso, se limitarían a un “auxilio sanitario” –o apoyo– de carácter voluntario y, en principio, fuera de espacios covid, por lo que el alumnado en ningún momento trabajaría en quirófanos, UCI o demás servicios “delicados”.
Para los autocovid se contratará a diecinueve dentistas y a cuatro médicos sin especialidad
Desde el entorno educativo están ahora a la espera de una resolución o decreto que ampare legalmente la contratación de sus alumnos, dándoles una categoría profesional hasta ahora inexistente, y que regule cuál será su salario y competencias.
Hasta entonces, la prioridad en la Universidad será mantener la docencia en todo momento. En el último curso, explican los profesores, los estudiantes tienen solo clases de asignaturas optativas y prácticas. Las optativas, en caso de que salga adelante la medida, se harán de forma online, y las prácticas podrán modificarse para ajustarse a los horarios de los nuevos trabajadores. “Se están tomando decisiones erróneas que tendrán consecuencias. Es frustrante”, insiste Gómez.
Por otro lado, la idea de liberar la carga de las enfermeras con refuerzos de otras especialidades en los autocovid –otra medida que el Colegio rechaza– ya es firme: se contratarán 19 dentistas y cuatro médicos sin especialidad para estas tareas. Salud también ha despejado las dudas sobre las vacaciones de sanitarios, que finalmente no podrán liquidarse –algunos se ofrecían a no disfrutarlas trabajando, pero había problemas legales– y deberán disfrutarse de forma íntegra antes de fin de año. Según aclaró ayer la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, hay unas 200 enfermeras en la lista de voluntarias dispuestas a trabajar en sus descansos.