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El HUCA inicia su “desescalada” y empieza a ganar espacio para enfermos sin covid

El hospital de referencia en el Principado recupera una unidad de UCI y dos plantas para asumir pacientes de otras áreas y otras patologías

HUCA

El descenso de los contagios ya se ha empezado a traducir en una disminución de los ingresos hospitalarios, lo que permite al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), centro de referencia en el Principado, iniciar su particular desescalada. Así, una de las unidades de cuidados intensivos (UCI) destinada a pacientes infectados por covid-19 ya está habilitada para atender a pacientes sin coronavirus, y dos plantas que también estaban destinadas a infectados en esta segunda ola ya empiezan a alojar a personas afectadas por otras patologías.

La Consejería de Salud aseguró que prefiere no emplear el término “desescalada”, sino hablar de una “adaptación de la atención asistencial”, en la que se está realizando una reordenación de camas por si el HUCA tiene que asumir pacientes de otras áreas sanitarias.

Fuentes hospitalarias confirmaron que “ya se está empezando a notar que baja la presión” respecto al pico máximo de ocupación registrado hace dos semanas. Señalaron que en el momento de mayor número de pacientes ingresados llegaron a estar ocupadas unas 1.100 camas en total (pacientes covid y no covid), mientras que la cifra ha descendido a unos 850 en la actualidad.

Pese al inicio de esta particular desescalada o reordenación en el HUCA, las mismas fuentes alertaron del riesgo de reducir las restricciones, porque la capacidad de propagación del covid-19 es “enorme” y “se corre el riesgo de volver al modelo previo, cuando teníamos 50 ingresos y en dos semanas subimos a 200, y a partir de ahí ya se descontroló todo”.

El número de hospitalizaciones en esta segunda ola de coronavirus ha sido casi el doble que en la primera y pese a las disminuciones, ayer ingresaron otros 51 contagiados, de los que cuatro lo hicieron en las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde aún permanecen más de 130 pacientes.

Evolución del número de ingresados por covid en hospitales asturianos.

El brote en la planta de Oncología aumenta y ya suma veinte positivos

La planta de Oncología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) continúa sumando positivos en el brote que se descubrió a finales de la semana pasada. Si inicialmente las pruebas confirmaron cuatro pacientes y varias enfermeras y auxiliares infectados, la cifra no deja de crecer. Fuentes hospitalarias señalaron que el domingo habían dado positivo un total de 17 personas, de las que ocho eran pacientes.

La cifra se incrementó a mediodía de hoy, siempre según las mismas fuentes, hasta la veintena, repartidas a partes iguales entre el personal sanitario y los pacientes ingresados.

La sexta planta del HUCA está dividida para dar atención sanitaria a pacientes propios de Oncología y también a personas infectadas por covid-19. Los protocolos de actuación se han aplicado desde el primer momento que se detectó a un paciente con síntomas de coronavirus la semana pasada.

Este brote no es el primero que se ha detectado en el servicio de Oncología del HUCA en esta segunda ola de la pandemia. Ya hubo uno a finales de agosto, cuando la infección de una médica del área afectó también a una enfermera y una técnico de radioterapia. También hubo casos posteriores en una unidad de hospitalización de cirugía y en la cocina del mayor hospital de la región. 

El nivel de riesgo, por comunidades.

El resto de hospitales de la región mantiene su organización por la pandemia

La reordenación asistencial que se está produciendo en el HUCA no se ha trasladado de momento al resto de centros hospitalarios de la región. Así, el Hospital Universitario de Cabueñes, en Gijón, el Hospital Universitario San Agustín, en Avilés, mantienen la organización que vienen aplicando en las últimas semanas, aunque con menor presión sobre todo en los últimos ocho días, según coincidieron en señalar las fuentes hospitalarias consultadas.

La gerente del área sanitaria VII (Caudal), Teresa Somer, también constata una caída en la presión asistencial, aunque en menor grado del deseado y con el peso de las residencias geriátricas, que todavía mantienen niveles altos de contagios. “El problema es que tenemos un goteo de las residencias, con un perfil de gente muy mayor, que sigue teniendo un fuerte impacto”, apunta Somer, que explica que la planta covid del hospital Álvarez-Buylla está casi llena. “Si no fuese por las residencias, hubiéramos notado un bajón mayor”, señala.

En el área VIII, (Nalón) su responsable, Bernabé Fernández, también apunta una caída de hospitalizaciones “en los últimos diez días”. Pero aun así incide en que “las medidas para evitar los contagios deben de seguir cumpliéndose”. El gerente del área sanitaria del Nalón achaca la recesión del impacto del covid a que la población está cumpliendo con las restricciones.

El hospital de Jarrio, que en el organigrama general no llegó a alojar a pacientes covid, no se han notado diferencias respecto de su funcionamiento habitual en las últimas semanas.

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