La enfermera Nuria Izquierdo acaba de firmar el contrato más estable de su vida laboral. Es una de las beneficiarias del más de medio millar de contratos anuales que Salud ofrece este mes a su personal interino con el compromiso de que el fichaje sea prorrogable durante otros dos años. Y ella, que a sus 40 años llevaba 15 vinculada al mundo sanitario, ve ahora por primera vez la posibilidad de optar a una posición algo más “tranquila”. Sus inicios como auxiliar los compaginó con trabajos en bares y en una bolera, viendo que la llamaban para trabajar días sueltos, y conoce a varias compañeras de su generación que acabaron “escapando” a Alemania y a Inglaterra para optar a mejores ofertas laborales. La nueva decisión de Salud, a su juicio, es un “buen primer paso” para evitar esta fuga de talentos.
Izquierdo entró a trabajar como auxiliar en 2005 y decidió, cuatro años después, cursar Enfermería. Para entonces tenía 29 años y estaba a punto de dar a luz a su segunda hija, pero se apuntó igualmente a la universidad. Ahora trabaja en la UCI para pacientes con coronavirus del hospital avilesino San Agustín y, hasta este nuevo contrato, a la máxima estabilidad laboral a la que aspiraba era a contratos de un año. “El problema son los inicios. Yo me lancé a esto en ese 2005 dejando un trabajo en el que llevaba seis años, a cambio de un contrato de auxiliar de un mes y medio por una baja. Fue en junio o julio de ese año, y tras la baja no tuve más ofertas hasta Navidad. Y después, nada más hasta el verano. Era frustrante”, recuerda. Cree que este modelo de contratación pudo haber influido para que otros sanitarios jóvenes decidiesen o decidan ahora emigrar a otros países.
Otro ejemplo es el del médico Santiago Gutiérrez, que trabaja en un centro de salud ovetense y realiza un par de guardias mensuales en otros recursos. Él se dedicó en sus inicios a la red privada, y dio hace unos ocho años el salto al servicio público de Salud. Tiene ahora 55 años y su nuevo contrato anual con compromiso a tres años es también el más largo de su carrera.
“Tengo compañeros que tras 15 años vinculados al servicio siguen firmando solo contratos anuales. En nuestro caso no hay temor porque no hay médicos, trabajo sabemos que no nos va a faltar, pero tres años de tranquilidad te permiten hacer planes y organizar tu tiempo libre”, razona.