La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La caída de los contagios aproxima una reapertura hostelera con restricciones

El Principado decide hoy mientras sus asesores científicos discrepan sobre la conveniencia de autorizar una vuelta inmediata a la actividad

Bares cerrados en Avilés

Un nuevo suelo estadístico de casos positivos nuevos, cien notificados ayer y correspondientes al lunes, aproxima la curva epidémica de Asturias a una bajada próxima a la que el Principado pedía para flexibilizar las restricciones impuestas a la hostelería. Treinta y seis días después del cierre de los locales, la fecha marcada en el calendario para revisar y evaluar la reapertura llega hoy inmediatamente después de que la región haya alcanzado por segundo día consecutivo el nivel más bajo de contagios en dos meses. Esa tendencia de la incidencia a la baja será uno de los elementos de juicio para una posible suavización, gradual y restrictiva, de las limitaciones en bares y restaurantes que esta tarde se someterá al criterio del comité de crisis previa propuesta del equipo técnico de la Consejería de Salud.

Fuentes del Principado abonan la posibilidad cierta de una “flexibilización”, sobre todo a la vista de que la incidencia acumulada a siete días, uno de los parámetros básicos de cuyo análisis saldrá el veredicto definitivo, ha ido descendiendo hasta aproximarse ayer más que nunca a los 125 casos por 100.000 habitantes que el Principado se había marcado como límite. Con no sumar más de 210 positivos hoy se cumplirá ese objetivo. Eso podría allanar el camino hacia una reapertura sobre la que discrepan con apreciable división de juicio los científicos del comité asesor de la administración asturiana. Las opiniones de los expertos, para todos los gustos, se gradúan desde quienes ya ven asumible abrir la mano a los que de ninguna manera aconsejarían una apertura inmediata, pasando por una visión intermedia y prudente partidaria de esperar todavía unos días más.

Semáforo del riesgo en Asturias

En la zona más reacia de ese espectro se sitúa el epidemiólogo gijonés Usama Bilal, que entiende que “no se dan las condiciones para abrir bares y restaurantes y va a ser muy difícil que se den en las próximas semanas”. A su juicio, “una mayor actividad en interiores” determina “en general una mayor incidencia” que convierte en áreas muy sensibles los establecimientos hosteleros. “En ningún caso, en las condiciones actuales, deberían abrirse estos interiores”, afirma categórico, ni siquiera “con aforo reducido y medidas de distancia, debido a la importancia de la transmisión por aerosoles”.

Menos concluyente, pero igualmente prudente, Daniel López Acuña, exdirectivo de la OMS, aboga por “esperar una semana más”. A su juicio, la mejora de estos últimos días, aunque notable, podría deberse en parte a que el puente festivo haya provocado “un subconteo y un retraso en el informe de los casos”, por lo que considera que el balance de contagios que se registre hoy, y especialmente el de mañana, serán más fiables. “No es que los de ahora no sean ciertos, pero yo iría con cautela. La incidencia de las últimas dos semanas sigue siendo alta”, señala, si bien sí reconoce que “es ya casi seguro” que Asturias logrará hoy el indicador de 125 casos en la incidencia de los últimos siete días, el marcador que el consejero de Salud, Pablo Fernández, considera más clave. “Lo que sí es muy bueno es que la tasa de positividad haya bajado del cinco por ciento, pero yo, viendo los datos, sí esperaría una semana más”, concluye.

Sabiendo que en una primera evaluación “está claro que el cierre de los bares suele favorecer una bajada” en la incidencia, el epidemiólogo veterinario Ignacio de Blas apunta a la conveniencia de “no asfixiar” a la hostelería y permitir que reanude su actividad con restricciones. Habla a la vista de los últimos datos, y teniendo en cuenta también que la rebaja de la positividad evidencia “un buen rastreo”, el experto del comité asesor del Principado afirma que “cuando los indicadores son favorables, no hay por qué estrangular más de la cuenta a determinados sectores”. No es la opción ideal, remarca, pero se puede asumir en estas circunstancias y siempre que se respeten unas condiciones muy estrictas para la reapertura que él dirigiría más hacia los aforos que al simple respeto a la distancia en el interior de los locales. Una vez que ha quedado certificado que el mecanismo de transmisión principal son los aerosoles, resalta, “la distancia como tal no es lo importante”, o lo es menos que “la cantidad de gente que está presente en un lugar en un momento dado”.

El médico Javier Padilla, miembro también del comité asesor de Salud en el seguimiento de la pandemia, se muestra igualmente optimista. Insiste en que la mejora de la región “está siendo muy rápida” y se muestra a favor de autorizar ya esta semana la apertura hostelera. ¿El motivo? La capacidad de estudio. A juicio del facultativo, resultará más ventajoso estudiar ahora, cuando todavía queda unas semanas para los previsibles traslados navideños y reuniones familiares, el mejor momento para averiguar si reabrir bares y restaurantes da lugar o no a comportamientos de riesgo. “No podemos estar cerrados siempre, así que mejor con algo de margen prenavideño, que es donde vamos a ver qué pasa”, justifica.

Queda claro, dada esta diversidad de dictámenes científicos, que la decisión final será política. Habrá que tomar partido sobre la base de un análisis de coste-beneficio en el que pesará la última evolución epidemiológica. En la actualización de la pandemia al pasado lunes se estabiliza la presión hospitalaria, con 725 pacientes ingresados con confirmación o sospecha de coronavirus –128 en UCI–, seis menos que el día anterior, pero vuelve a repuntar el recuento de fallecimientos, que tras la tregua de seis notificados el lunes ha vuelto a los quince de ayer, siete mujeres y ocho hombres de 76 a 91 años, seis de ellos residentes en centros de mayores.

En el lado más amable se ve también el grado de positividad de las pruebas realizadas, que vuelve a un nivel inferior al cinco por ciento –el 4,83– aunque sobre un número total de pruebas que prolonga su desplome: la última cifra, 2.776 en un día, no resiste la comparación con las cerca de 6.000 que se practicaron el 1 de este mes y es casi la mitad de las más de 5.000 del jueves. La drástica reducción de estos números no pasa desapercibida y alentó ayer la crítica política del portavoz de Foro en la Junta, Adrián Pumares, que se dijo “sorprendido” por la repentina bajada y exigió al Gobierno aclaraciones sobre la estrategia de rastreo que está siguiendo.

Los dueños de bares, “nerviosos” y a la expectativa, confían en poder abrir en breve

J. L. S.

El sector hostelero lleva más de un mes sin quitarle ojo a las cifras de contagios diarios que viene registrando la región. Los datos de los últimos días, a la baja, han abierto nuevas expectativas entre los dueños de estos negocios, que ven que la posibilidad de reabrir sus puertas está cada vez más cerca. Aunque tampoco se fían del todo. Fuentes de la patronal regional del sector, Otea, reconocen que hay cierto “nerviosismo” por las decisiones que se puedan tomar en las próximas horas. Los bares y restaurantes se juegan mucho; por ejemplo, que los ingresos vuelvan a fluir en las cajas registradoras.

También reconocen que hay cierta preocupación porque, aunque los datos han ido a mejor, no las tienen todas consigo. Temen que el cierre se prolongue y, por lo tanto, la viabilidad de muchos de estos negocios se vea aún más comprometida de lo que ya lo está ahora mismo. Lo que más le está molestando a estos empresarios es la “nula” información que tienen por parte de Principado sobre si van a poder reabrir sus puertas o no en breve. Es más, aseguran que llevan ya varios días sin recibir ni siquiera una llamada que les dé alguna pista de lo que pueda ocurrir. Un negocio como un bar o un restaurante, explican, necesita cierto margen para poder organizase y contactar con los proveedores para poder volver a llenar las neveras y las cámaras frigoríficas.

Ante este escenario, algunas organizaciones del sector ajenas a Otea han organizado una protesta delante de la Junta General del Principado. La cita será hoy a partir de las doce de la mañana.

Compartir el artículo

stats