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La apertura de los bares, pendiente del futuro de 13.000 empleados en ERTE

Los hosteleros deben sumar a sus deudas acumuladas la cotización a la Seguridad Social que deberán afrontar por una reapertura muy restrictiva

Gascona, ayer por la tarde, sin terrazas y con poca gente paseando. | Miki López

Los hosteleros asturianos tendrán que afrontar a partir del lunes los gastos de reapertura, y a las deudas que muchos acumulan tendrán que sumar las cotizaciones a la Seguridad Social de sus trabajadores. Hasta ahora estaban exonerados de los abonos al acogerse a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por impedimento de actividad, pero al permitirse la apertura, o bien los incorporan a sus puestos de trabajo, con lo que deben abonar el 100 por ciento de la cotización, o bien pasan a un ERTE por limitación, con lo que deberán abonar el 15 por ciento este mes y el 20 por ciento el que viene, si el negocio tiene menos de 50 empleados. Si la plantilla supera el medio centenar, el abono es del 25 por ciento este mes y del 30 en enero. Un añadido que agrava la asfixia del sector.

La hostelería asturiana tiene una media anual de 25.000 trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social, incluyendo en esta cifra los meses fuertes de trabajo en el sector. Según los últimos datos de la Dirección General de Empleo del Principado de Asturias, más de 13.000 empleados del sector turístico están acogidos en la actualidad a un ERTE de impedimento, que prescribe esta medianoche.

El ERTE de impedimento entra en vigor cuando hay un decreto, una norma, que impide el desarrollo de la actividad y por tanto fuerza el cese del negocio, que es lo que ocurrió cuando el Gobierno regional decretó el cierre de la hostelería el pasado 4 de noviembre. La vigencia de esta figura finaliza cuando se levanta la restricción.

Los negocios de Gascona no abrirán mañana, y el 40 por ciento sopesa continuar con el cierre

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El Ejecutivo regional permitirá la apertura de la hostelería a partir de mañana, lo que se traduce en que los empresarios tendrán que incorporar a la totalidad de la plantilla a sus puestos de trabajo o bien adecuarla al volumen del negocio que prevén, que es muy poco halagüeño con las restricciones impuestas.

Así que a la hora de echar cuentas de si merece la pena o no levantar la persiana, los hosteleros tienen que añadir el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social. A las deudas y a los gastos tienen que añadir el fin de las exoneraciones por los ERTE por cierre forzoso.

Los que sí están asegurados son los empleos, ya que acogerse a cualquiera de estos ERTE supone que el empresario se compromete a no realizar despidos en los seis meses siguientes a que expiren. Si lo hicieran, tendrían que devolver las cuantías íntegras de las que se beneficiaron y con los intereses correspondientes. Además, de momento están suspendidos los concursos de acreedores, con lo que esa figura tampoco es viable.

Estos cambios en las condiciones de los ERTE hicieron saltar las alarmas en el sector. Los teléfonos de la asesoría laboral de la patronal Otea se colapsaron con consultas, y lo mismo ocurrió en asesorías fiscales y laborales de toda la región.

Fuentes del departamento laboral de Otea señalaron que “lo positivo es que la Dirección General de Empleo ha reducido la burocracia para cambiar un ERTE por otro, de tal manera que se pueda agilizar todo lo posible tanto la tramitación como el posterior abono de la mensualidad correspondiente a los trabajadores afectados”.

Muchos hosteleros todavía no habían decidido ayer si abrir o no la puerta de sus negocios mañana. Tanto es así que ni siquiera los proveedores han recibido pedidos, pese a que la Navidad llama ya a la puerta. La situación es especialmente difícil para los restaurantes, porque “un negocio así no se puede cerrar de un día para otro, pero tampoco abrirlo, y con las restricciones que impone el Gobierno es complicado tomar una decisión, porque sabemos que vamos a perder dinero”, coincidió en señalar ayer un grupo de empresarios de la restauración.

Los pedidos a los proveedores para la apertura de la hostelería todavía están bajo mínimos

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Las situaciones son tan variadas como variopinto es el sector. Por ejemplo, los propietarios de los restaurantes, bares y cafeterías de Gascona, el Bulevar de la Sidra en Oviedo, decidieron ayer que mañana no abrirán, y que lo harán de manera progresiva a partir del martes, pero tampoco todos: calculan que un 40 por ciento de ellos seguirán cerrados al menos la semana que viene.

“Las medidas dictadas por el Principado son desastrosas para este colectivo. El Gobierno (regional) desconoce completamente cómo funciona este sector, su diversidad. Las cuentas no salen de ninguna manera y el que abra sabe que lo hará a pérdidas”, señaló el presidente de la asociación de empresarios de Gascona, Pedro Caramés.

Para los empresarios, la prueba más evidente “del cierre encubierto que ha decretado este Gobierno es que en el decreto no pone, como hizo en el anterior, la hora a la que hay que desalojar los restaurantes y los bares. Solo dice que se amplía el toque de queda a las once de la noche. Pero es que no le hace falta especificarlo, porque con todas las restricciones que pone, es imposible que venga alguien a cenar”, señaló Caramés. A esto se suma que “incluso el comercio cerrará más tarde que nosotros los días de Navidad. No es normal, se mire por donde se mire”, añadió.

Otro indicador de la inquietud que invade al sector es el de los pedidos a los proveedores. Según las fuentes consultadas, no hay o son mínimos. “A muchos el cierre les cogió con suficiente stock en los almacenes, que quieren vender antes de pedir más y a la espera de cómo responden los clientes y de si se flexibilizan las restricciones o no dentro de unos días”, resumió una de ellas.

Titi se despide

La próxima protesta de la hostelería será esta tarde, para apoyar a Patricio Sánchez, más conocido como Titi, propietario de dos restaurantes en Siero, que desde el pasado 28 de noviembre realiza su particular protesta dando vueltas alrededor de la Junta General del Principado durante 12 horas al día. Hoy dejará el que ha denominado su “trabajo” durante todos estos días, tras haber expuesto en el Parlamento asturiano el pasado viernes cuál es la situación de “ruina” a la que se ha condenado a la hostelería.

La patronal del turismo y de la hostelería en Asturias, Otea, ha convocado una gran concentración para despedir a Titi y “que no sienta que su lucha ha sido en balde”, reza en la convocatoria que ayer se distribuyó a través de las redes sociales.

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