Durante una pandemia son muchos los momentos clave. Pero Asturias podría estar atravesando ahora mismo por los días que marcarán buena parte del año 2021 en lo que a la lucha contra el coronavirus se refiere. Ayer día 24, Nochebuena, se cumplieron diez días desde que se abrieran de nuevo los bares en el Principado después de 40 días sin servicio. Se tomó la decisión de bajar la persiana de todos los establecimientos para conseguir frenar los contagios, que llegaron a alcanzar casi los 800 en sólo 24 horas durante la denominada segunda ola. Hace diez días la incidencia acumulada estaba en los 88 casos por cada 100.000 habitantes. Ahora roza los 60 casos, la mitad que la media nacional. Pero los epidemiólogos advierten: puede ser muy peligroso que empiece a subir la curva justo cuando parecía que habíamos conseguido controlarla. El pasado miércoles Asturias lograba bajar el riesgo de contagios de alto a medio.
El presidente del Principado Adrián Barbón ya dijo hace días que la comunidad se encuentra en la tercera ola. Pero lo cierto es que los casos siguen bajando. El riesgo es que ahora se eleven. Los expertos aseguran que las medidas de freno se notan a los 10/15 días. Y en el caso contrario (cuando se abre la mano) también se nota el cambio unas dos semanas después. Si a eso le unimos que estos días se multiplican los viajes entre comunidades autónomas y que, además, aumentan los contactos estrechos en domicilios, el riesgo es alto.
La vacuna puede ser la gran solución. Pero va a tardar en llegar. Los grupos se irán vacunando poco a poco y no se puede permitir que la curva suba en pleno período de inmunización con un sector sanitario que trata de recobrar la normalidad. La doctora en Epidemiología y Genética Molecular por la Universidad de Róterdam Sandra López León explica que una persona expuesta al virus durante el día de ayer, 24 de diciembre, terminaría el periodo de incubación –de 4 a 6 días, típicamente– justo antes de Fin de Año. Además, el periodo de incubación puede prolongarse hasta 14 días, por lo que podría llegar hasta las celebraciones de Reyes (noche del 5 y día 6 de enero). Considerando que el periodo de infección se estima entre 8 y 10 días, ese contagiado el 24 de diciembre sería contagioso entre el 31 y el 2 de enero. “Para los que se contagian el 24 de diciembre y no tienen síntomas, pero sí transmiten el virus, el día más crítico es el 31 de diciembre –explica la epidemióloga de origen español–. Y para los que se contagien el 31, será el 6 de enero”. Por eso la vigilancia en los próximos días será fundamental.
La combinación de fiestas y reuniones puede ser un cóctel explosivo, según los expertos
A esta problemática línea temporal se añade lo que un miembro del comité clínico que asesora a la Xunta de Galicia definió el martes como “situación de alto riesgo” y “cóctel explosivo”: “Fiestas familiares, reuniones que pueden ser de no convivientes, de diferentes familias y diferentes contactos”, sumado a la hostelería, los movimientos poblacionales –permitidos para visitar a los familiares hasta las 23.00 horas de mañana– y el clima frío, que nos invita a reunirnos en espacios cerrados y a no abrir las ventanas, como recordaba el doctor Sergio Vázquez Estévez, del Hospital de Lugo.
El matemático Juan Luis Fernández, que durante estos meses ofreció sus predicciones en LA NUEVA ESPAÑA, pronosticó hace semanas una tercera ola dura en Asturias. "Es imposible predecir la conducta humana y si la apertura del gran comercio y de la hostelería y el aumento de la movilidad, van a originar el tan temido repunte. Si fuésemos capaces de mantener las medidas de higiene, seguridad y distancia social, quizás podríamos anunciar el final de la segunda ola, pero mucho me temo que la curva empiece a lateralizar, como ocurre en la Comunidad de Madrid, que después de un descenso global con subidas y bajadas, en este momento parece imposible que llegue al cero absoluto. Yo creo que tampoco se pretende", aseguró el matemático.
Evolución de casos en los últimos días
La última semana ha tenido datos buenos y malos en lo que al virus se refiere. Y es que a pesar de que la tasa de incidencia apenas superaba un 2 por ciento lo cierto es que el miércoles, víspera de Nochebuena, los casos rozaron de nuevo los 100.
Concejos con más riesgo
El denominado "mapa semafórico" con el que el Observatorio de Salud de Asturias trata de dibujar, de la manera más gráfica posible, la situación actual del coronavirus en Asturias, sitúa ocho concejos con un color rojo. Son los que más riesgo de transmisión tienen. Se trata de Cudillero, Peñamellera Baja, Santo Adriano, Mieres, Gozón, Castrillón, Soto del Barco e Illas. Según esta misma estadística ¿cuál es la situación en las principales ciudades asturianas? Oviedo, Gijón y Avilés (que durante meses fueron el principal foco de contagios y que, de hecho, estuvieron cerradas varias semanas perimetralmente), están en situación "naranja", no conviene confiarse.
Las mujeres se infectan más, pero capean mejor la enfermedad
Las mujeres asturianas se contagian más por covid, pero resisten mejor la infección que los hombres, según el último informe del Observatorio de Salud en Asturias. Hasta el pasado lunes se habían computado en la región 1.486 defunciones, una cifra sensiblemente superior a los 1.302 que reconoce el Ministerio de Sanidad. De esos 1.486 muertos, 795 son mujeres y 691 hombres. La tasa de mortalidad por coronavirus en Asturias en mujeres es “muy superior” a la registrada en hombres si se considera la población general. Sin embargo, la letalidad (muertos con relación al total de infectados) es inferior en mujeres (5,5 por ciento) que en hombres (5,8 por ciento). La cifra de mujeres contagiadas por coronavirus es notablemente superior a la de hombres: 14.286 mujeres frente a 12.037 hombres. O sea, las mujeres se contagian más, pero capean mejor la enfermedad.
