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Una plaza en Madrid para el “guionista” de la Transición

La capital otorga a Torcuato Fernández-Miranda una glorieta en la zona norte de la ciudad: “Es un homenaje a su labor”, afirman sus familiares

Torcuato Fernández-Miranda.

Una avenida gijonesa ya no será el único homenaje que el callejero español tribute a Torcuato Fernández-Miranda, presidente de las Cortes entre 1975 y 1977 y figura de importancia mayúscula en la Transición junto al Rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Madrid otorgará al intelectual gijonés una plaza en el distrito norte de Fuencarral, en concreto lo que hasta ahora ha sido la glorieta de Pradera del Saceral. La concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid, la popular Andrea Levy, fue la impulsora de la propuesta respaldada por el PP, Ciudadanos y Vox. “Es un homenaje a la labor, a su figura y a unos años espectaculares”, señala a LA NUEVA ESPAÑA Enrique Fernández-Miranda, uno sus ocho hijos.

Torcuato Fernández-Miranda nació el 10 de noviembre de 1915 en Gijón y falleció en Londres el 19 de junio de 1980. Fue, junto al monarca y Suárez, uno de los artífices de la Transición. Operó con maestría como presidente de las Cortes para reformar el régimen y alumbrar el periodo democrático más largo de la historia de España. Una operación que él mismo describió con una de sus frases más famosas: “Ir de la ley a la ley, pasando por la ley”.

“No es el primer espacio público que se le dedica. Ahí está la avenida en Gijón, que es preciosa”, recuerda Enrique Fernández-Miranda, que celebra la medida tomada por el Ayuntamiento de Madrid. “Es un reconocimiento a la labor de mi padre, que estuvo al servicio del Rey y de España junto a muchos otros, como Adolfo Suárez, que querían el paso a la democracia”, apunta el descendiente del intelectual.

A la pregunta de si le parece sorprendente que su padre, dada su importancia en la historia reciente del país, “solo” tenga reconocimiento en las calles de Gijón y ahora Madrid, Fernández-Miranda entiende que se debe al papel que adoptó su progenitor durante su etapa al frente de las Cortes, más en segundo plano. “Es algo sorprendente, pero tuvo que hacer todo su trabajo con discreción y en una aparente segunda fila. Eso tiene un precio en cuanto a notoriedad y popularidad. Sin embargo, hoy ya nadie discute su figura ni su papel”, añade.

Fernández-Miranda se mostró agradecido con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, “por acordarse” de su padre. “Eso es acordarse del espíritu de concordia con el que en aquellos años se hizo la Transición. La inmensa mayoría de los españoles queremos seguir viviendo así, más allá de ciertas exageraciones puramente partidistas que se puedan hacer desde algunas opciones”, añade.

Juan Fernández-Miranda es sobrino nieto de Torcuato Fernández-Miranda, periodista y autor del libro “El guionista de la Transición”, publicado en 2015 y que glosa la figura de su pariente. El prólogo corrió a cargo del Rey Juan Carlos I. “Es un reconocimiento magnífico que llega cuarenta años después de su muerte”, apunta. “Llega en un momento en el que hay mucho debate en torno al callejero de Madrid. Es una apuesta por una de las figuras fundacionales de la democracia en España”, afirma el escritor, quien mostró su agradecimiento a Levy, Martínez Almeida y los grupos municipales de Vox, Ciudadanos y el Partido Popular.

Enrique Fernández-Miranda recordó el gran amor que Torcuato Fernández-Miranda profesó por Gijón y Asturias. Estudió en el colegio de La Inmaculada y se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo, una institución de la que fue catedrático y después Rector. “Mi madre era gijonesa y cinco de los ocho hijos nacimos en Gijón, en la calle Los Moros. La vinculación de mi padre con la ciudad era absoluta. Se sentía gijonés”, zanja el descendiente de Fernández Miranda, al que Gijón, y ahora Madrid, rinden homenaje en sus callejeros.

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