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Caída en barrena del tráfico en la AS-II por el covid: 1,77 millones de vehículos menos en 2020

La Autovía Industrial registró el año pasado una media de 19.305 usuarios al día, la peor cifra de la historia, muy por debajo de los 24.027 de 2019

Autovía AS II Juan Plaza

La pandemia de covid-19 ha provocado una importante caída del número de usuarios en la Autovía Industrial (AS-II), que une Oviedo y Gijón. Tras un 2019 histórico, en el que se registraron las mejores cifras de la historia, 2020 supuso un frenazo en las expectativas de la adjudicataria, Viastur. La AS-II registró el año pasado una intensidad media diaria (IMD) de 19.305 vehículos, por los 24.027 de 2019, lo que supone una caída del 19,7 por ciento. Traducido a números absolutos implica que la Autovía Industrial pasó de los 8,77 millones usuarios de 2019 a poco más de 7 millones el año pasado. Es la peor cifra anual de la historia de la AS-II.

La mengua en el número de usuarios ha implicado también la de los ingresos de Viastur. La adjudicataria, que había ingresado en 2019 algo más de 8 millones de euros, se tuvo que conformar el año pasado con 6,68 millones, lo que supone un 17,4 por ciento menos. Es el dinero que ha aportado el Gobierno del Principado por el número de usuarios registrado, ya que la AS-II funciona con el sistema conocido como “peaje en la sombra”.

La caída en barrena del tráfico en la Autovía Industrial supone un nuevo revés para Viastur, que ve aún más lejos la posibilidad de alcanzar sus previsiones iniciales, ya que en 2007 había calculado que rondaría los 30.000 tránsitos diarios de media en 2017 y hasta los 50.000 en 2035 en algunos tramos, como el Oviedo-Lugones.

La Autovía Industrial, que surgió del desdoblamiento de la antigua carretera Oviedo-Gijón (AS-18), tenía como objetivo principal aliviar el tráfico en la autopista “Y”, que registraba en 2007 una intensidad media diaria superior a los 70.000 vehículos. El objetivo era reducir ese tráfico entre un 20 y un 30 por ciento ya en los primeros años. La Autovía Industrial, inaugurada el 13 de mayo de 2007, cuenta desde septiembre de 2019 con un nuevo enlace, el que la une al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), cuya apertura propició en los meses siguientes un aumento del número de usuarios, truncado por el covid.

El hecho de que la AS-II no acabe de despegar en lo que se refiere al número de usuarios tiene que ver, según han señalado algunos expertos, con la ausencia de buenas salidas en Oviedo y Gijón, y sobre todo con la falta de un nudo de enlace con la “Y” en Robledo (Llanera), donde ambas se cruzan. Hay una promesa pendiente para construirlo que hasta ahora no se ha hecho realidad.

El Ministerio de Transportes y el Gobierno del Principado prometieron en 2019 desbloquear ese “pinchazo”. Aunque el Plan Director de Infraestructuras para la Movilidad de Asturias (PIMA) contemplaba para este nudo una inversión de 14 millones de euros, se busca desde hace dos años una solución más económica (aún no hay cifras concretas), que financiará el Estado. La construcción del enlace de Robledo es “una prioridad” para el Gobierno del Principado, al considerarlo “fundamental” para la movilidad en el área metropolitana central de Asturias. Por ello ha anunciado que “rescatará” este año la propuesta para redactar el proyecto, que lleva encima de la mesa desde hace más de un decenio y que quedó aparcada el año pasado a causa de la pandemia.

El Ejecutivo de Adrián Barbón había incluido en los Presupuestos autonómicos del año pasado una partida de 100.000 euros para iniciar la redacción del proyecto. Esa misma cuantía se repite en los Presupuestos de este año.

El enlace de Robledo es también una de las demandas prioritarias de la “Alianza sobre infraestructuras del Estado que Asturias necesita”, un colectivo que integran el Gobierno del Principado, los empresarios, las cámaras de comercio, los sindicatos, los transportistas, varias asociaciones y colectivos vecinales y de consumidores, y varios partidos políticos.

El nudo en Robledo fue planteado por el Principado ya hace 13 años. En abril de 2008, el entonces director general de Carreteras, José María Pertierra, planteó la necesidad de conectar la autopista “Y”, de titularidad estatal, con la en aquel momento “nueva” autovía Gijón-Oviedo (AS-II), autonómica, en las inmediaciones de la gasolinera de Robledo, donde confluyen ambas vías. Se lograrían así, según el Principado, descongestionar de tráfico el acceso a los polígonos industriales de Llanera y Lugones y se dotaría de un nuevo punto de transferencia viaria a la “Y”, lo que beneficiaría a los usuarios que se desplazan habitualmente entre los polígonos de Porceyo, en Gijón, y los del centro de la región.

El Ejecutivo autonómico trasladó ya en 2008 al Gobierno central la necesidad de conectar las dos carreteras y anunció que se estudiaría “la fórmula más ventajosa para ejecutar el enlace”.

La intención del Principado era en aquel momento que el proyecto de Robledo fuera incluido dentro del proyecto de construcción del tercer carril de la “Y”, que ya por aquel entonces se afirmaba que estaba “en marcha” pero que se demoró más de 10 años y en la actualidad aún está en ejecución.

La AS-II es una autovía de calzadas separadas cuyo tramo principal tiene 20,3 km de longitud y conecta las ciudades de Gijón y Oviedo entre sí y con diversos polígonos industriales. Es una pieza clave en la movilidad del área central de Asturias. La concesión incluye también un tramo de 3,1 km de la autovía AS-17, transversal a la AS II, y un área de servicio. La concesión concluirá en agosto de 2035.

El acuerdo firmado en 2005 por el Gobierno asturiano y Viastur establecía que, a cambio de la construcción, la explotación y el mantenimiento de la AS-II hasta 2035 la concesionaria recibiría un canon en función de los usuarios: 0,036 euros por cada turismo y 0,05 euros por cada camión.

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