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Los padres de Pablo Riesgo, emocionados y “orgullosos” de su hijo ante los Reyes

Felipe VI preside el segundo homenaje a las víctimas del covid, en el que se tuvo un recuerdo para los dos sanitarios asturianos fallecidos

Luis Riesgo y Monse Rivero reciben una condecoración de manos de los Reyes. | Emilio Naranjo / Efe

Lágrimas, emoción y recuerdo. Con estos tres componentes se tejió el homenaje que se dedicó ayer a las víctimas del covid-19 en Madrid, presidido por el Rey pero en el que los principales protagonistas fueron todos aquellos que han perdido personas queridas durante la pandemia, especialmente los sanitarios que se dejaron la vida batallando con un virus tan invisible como implacable. Entre ellos, los asturianos Pablo Riesgo y Rosa Banquetero, los dos sanitarios fallecidos en la región durante lo peor de la pandemia.

El Rey hizo entrega de una placa a los padres del primero, Monse Rivero Flórez y Luis Riesgo Fernández, visiblemente emocionados; y, más tarde, en privado, a Omar y María, hijo y hermana de Rosa Banquetero.

A Luis Riesgo, tras el acto, se le vio muy emocionado. En declaraciones a TPA, reconoció que durante el homenaje lo único que le vino a la mente fue su hijo: “Es normal que me emocione”, señaló. A continuación, quiso “agradecer” el homenaje y compartirlo “con el resto de compañeros sanitarios, sobre todo los de Asturias” que estuvieron con su hijo, por el que dijo sentir “orgullo”: “Era un buenazo, una persona espectacular”, concluía sin poder decir nada más por la emoción.

El lugar elegido fue el Patio de la Armería del Palacio Real. En el acto también estuvieron presentes la Reina Letizia y los máximos representantes de todos los poderes del Estado, entre ellos el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y todos sus ministros excepto el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por motivos de agenda. Los nuevos ministros designados por Sánchez en su reciente remodelación del gabinete se estrenaban en este acto.

Unas 700 personas fueron testigos de este homenaje que duró 45 minutos y que se celebraba por segundo año consecutivo. En esta ocasión se centró en rendir un tributo especial a los sanitarios que perdieron la vida a causa del coronavirus. A todos ellos, un total de 125, el Gobierno les había concedido el martes la Gran Cruz del Mérito Civil, y los familiares de 102 de esas víctimas estuvieron presentes. El Rey entregó públicamente la condecoración a los familiares de cuatro de esos sanitarios, entre ellos los de Pablo Riesgo, en representación de todos los fallecidos, y al resto se las entregó de forma privada al término del homenaje. Felipe VI, en su intervención, pidió “mantener viva la memoria” de lo que ha supuesto para todos la pandemia del covid y “no permitir el olvido” porque esa memoria “también se ejerce aprendiendo de todo lo vivido”.

Sanitarios asistentes al homenaje a Rosa Banquetero en el HUCA. | Luisma Murias

Tras expresar su convencimiento de que España “jamás” olvidará a quienes se enfrentaron al virus, señaló que la pandemia “ha demostrado de un modo irrevocable lo necesaria que es la cooperación en todos los ámbitos de nuestra convivencia y que, frente a desafíos tan graves como este, la unidad es fundamental”. Unidad y esperanza fueron los dos grandes mensajes que quiso enviar el Rey.

Para lo segundo hizo referencia al soplo de aire fresco que ha supuesto la llegada masiva de las vacunas, un “impulso” para vencer la enfermedad. A ello se refirió también al término del acto Pedro Sánchez, quien en un tuit dijo que “la esperanza es hoy nuestro faro tras la oscuridad de la pandemia”.

La apelación a la esperanza fue el eje de una de las dos partes del acto del Palacio Real, el que protagonizó la primera persona que fue vacunada en España, Araceli Hidalgo, de 97 años, quien hizo un llamamiento a los jóvenes para que “respeten la pandemia”. Acompañada por su hija Carmen Rodríguez y sentada en su silla de ruedas, Araceli elogió a “todos los grupos sanitarios que con su trabajo han salvado muchas vidas” y tuvo unas palabras para sus compañeras y trabajadores de la residencia Los Olmos de Guadalajara.

A continuación, su hija agradeció a todos los que han contribuido a la protección y el cuidado de la sociedad “con una entrega absoluta”. Previamente, había tomado la palabra en nombre de los familiares de los sanitarios fallecidos María Díaz Diñeiro, hija del jefe de Cirugía General del Hospital La Paz Joaquín Díaz, quien murió a los 67 años en el mismo centro en el que ejerció décadas. Su hija pidió no olvidar a las víctimas, al tiempo que defendió la fortaleza del sistema sanitario español e instó a la sociedad a que “cuide a sus cuidadores”.

La familia del doctor Joaquín Díaz fue una de las cuatro que recibieron públicamente la Gran Cruz del Mérito Civil de manos del Rey. Junto a ella, las familias del sanitario fallecido con más edad (el doctor Jesús Algaba, otorrinolaringólogo de 79 años) y la del más joven, que no es otro que el auxiliar de enfermería asturiano Pablo Riesgo, que murió a los 26 años. También la recogieron la familia de la doctora Nedialka Veleva, ginecóloga nacida en Bulgaria, colegiada en Baleares desde 1995 y fallecida a los 68 años.

En la ceremonia, conducida por el periodista Fernando Ónega, se guardó un minuto de silencio y los Reyes presentaron una ofrenda floral ante el pebetero instalado en el centro del Patio de la Armería del Palacio. También se emitió un vídeo titulado “Esperanza”, narrado por el futbolista Andrés Iniesta en el que varias personas describían cómo han superado las dificultades de este tiempo de pandemia.

La Orquesta de Radiotelevisión Española y el Coro Intergeneracional del Orfeón Pamplonés interpretaron diversas piezas musicales a lo largo del acto, en el que estuvieron presentes la mayoría de presidentes autonómicos, entre ellos el de Asturias, Adrián Barbón. Faltaron el lehendakari, Íñigo Urkullu; y los presidentes de la Generalitat, Pere Aragonès; de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; y de Aragón, Javier Lambán.

Entre los representantes de los partidos (Vox rechazó asistir) estuvieron el líder de la oposición, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. La ceremonia contó con la presencia de embajadores de otros países y representantes del mundo de la ciencia, del sector educativo, de Protección Civil, de los diversos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas.

“De Rosina nos quedan su alegría y su vivir siempre en positivo”


“De Rosina nos quedan su alegría, su jovialidad y su vivir siempre en positivo”, destacaron ayer los compañeros de Rosa Banquetero Méndez, fallecida por coronavirus el pasado 28 de marzo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde trabajaba como técnica especialista en Radiodiagnóstico. Tenía 50 años y era madre de un hijo de 20. A las 14.00 horas de ayer, jueves, un centenar de trabajadores del HUCA, en buena parte compañeros suyos, secundados por el equipo directivo del complejo sanitario ovetense, le rindieron un sentido homenaje en las puertas del bloque de hospitalización. Un minuto de silencio concluyó con un aplauso. Sobre una gran bandera de España colocaron una fotografía de la fallecida, de quien destacaron que “sus palabras favoritas eran ‘cari’, ‘vidi’” y que “siempre estaba sonriendo, era un cielo de persona”. Sobre la situación actual de la pandemia, su compañero de trabajo Javier Menéndez de Salas destacó que “la pandemia sigue aquí, no ha terminado”, y apostilló: “Por mucho que se repita, no hay nadie inmunizado; hay muchos vacunados, pero nadie inmunizado”.

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