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Jorge Marichal González Presidente de la patronal hotelera española

“Aún no sabemos qué pasará con el Imserso y hay muchos hoteles que dependen de él”

“El turismo de sol, playa y aventura se va a recuperar, pero el resto no lo hará igual; por eso necesitamos mantener los ERTE”

Jorge Marichal MIKI LÓPEZ

Los datos turísticos de agosto son inmejorables, pero “un espejismo en medio del desierto”, como expresa Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), quien acudió este miércoles a Oviedo a reclamar la vuelta de programas como el del Imserso, aunque con un incremento apreciable del coste. Marichal anunció además un congreso de la patronal hotelera del 17 al 19 de noviembre en Oviedo. Reunirá a unos 400 hoteleros que abordarán asuntos como el “kilómetro cero”, que “debe ser una prioridad”.

–Vuelven ustedes.

–Es lo que pretendemos. Este congreso que se va a celebrar en Oviedo, de los primeros en España, quiere mostrar que es momento de dar pruebas de que podemos volver a la situación pre-covid.

–¿Cómo está saliendo el sector de esta pandemia?

–Como está saliendo, no, cómo está intentado salir... Los datos de agosto son un espejismo dentro de un desierto por el que llevamos transitando mucho. Estaba claro que el consumidor se iba a quedar en España. Pero esto no significa que sea sostenible. Ahora bajan las pernoctaciones y hay que volver a los ERTE’s y a cerrar, a la espera de que el turismo internacional se movilice, y para eso se tienen que dar unas condiciones que van mejorando, pero que todavía no son muy potentes como para pensar que la demanda está cubierta a niveles no ya pre-covid, sino que eviten caer a las explotaciones.

–¿Qué debe hacerse?

–Hay que seguir potenciando las medidas de seguridad, como los ERTE, también las ayudas directas y la financiación, como líneas de crédito y avales. Con el tema de las subvenciones hay que ser más diligente y rápido. Los ERTE debe seguir apoyándolos el Gobierno. Y tenemos que hablar de las palancas de activación, por ejemplo con congresos como éste de Oviedo en noviembre. Y políticas activas como el Imserso. Estamos a 23 de septiembre y todavía no sabemos qué va a pasar con el programa, y las noticias que tenemos no son muy halagüeñas. Hay muchas hoteles que dependen en temporada baja del Imserso. Otra cosa es que estemos de acuerdo con las bases. No son sostenibles los costes de pensión completa a 21,50 euros, es ridículo.

–¿Debe subir?

–Un estudio de la Universidad de Alicante refleja que se está contratando por debajo de coste. Por eso recurrimos el pliego de condiciones, pero no pedimos medidas cautelares porque hay hoteleros que lo necesitan como el comer. El turismo de sol, playa y aventura se va a recuperar, pero el resto no lo hará en la misma medida. Por eso pedimos mantener los ERTE.

–Almeida, de Otea, señalaba hace unos días que Asturias había sido mucho mas eficiente en el reparto de ayudas.

–Las ayudas, después del cierre que se vivió, siempre van a parecer pocas. El desastre que ha habido ha sido monumental: se ha parado un país. Se dice que en Alemania se ha pagado a los hoteles. No tienen el mismo peso que aquí. Es cierto que no ha habido ayudas del volumen que esperábamos. Nos parecen poco, y al que las da, le parecen mucho. Las ayudas tienen que tener celeridad. El flotador le hace falta al que se está ahogando, no al que ya se ha ahogado.

–¿Fueron el chivo expiatorio?

–Ha sido una montaña rusa que no la esperábamos ni los empresarios ni los políticos. Ha tenido que ser muy duro para un político poner en la balanza tantos intereses. Hay que tener comprensión. La crítica por la crítica no produce nada.

–¿Eliminar restricciones?

–Sé que a muchos asociados les gustaría que yo dijese: “Hay que quitarlo todo”. Pero no soy técnico. Nosotros tenemos que decir lo que pasa si se toman determinadas decisiones, para que se sepan las consecuencias. Pasar de un nivel a otro entraña riesgos sanitarios, pero también económicos.

–Con la pandemia se está replanteando todo. ¿También debe reinventarse el sector hotelero?

–El que piense que el sector hotelero va a ser lo mismo, creo que se equivoca, pero va a seguir creciendo. ¿Donde estás las dudas? En el MICE (congresos, exhibiciones, reuniones...), los congresos de empresas, el Mobile, la Fitur... Es ahí donde puede haber cambios y tenemos que procurar que produzcan los menos efectos negativos.

–¿Qué van a abordar en el congreso de noviembre?

–Son dos días de ponencias completos y hablaremos de sostenibilidad social, de “kilómetro cero”, de gastronomía, de tendencias, de qué va a pasar con el MICE... Hemos querido que se hiciese en Asturias, donde vemos una evolución importantísima del asociacionismo. Otea es una asociación fuerte, bien fundamentada, con las cosas claras, muy práctica, exigente y a la vez responsable.

–El “kilómetro cero” sale reforzado de toda esta crisis.

–Por supuesto, pero no ya por el covid. Se viene trabajando en él desde hace mucho tiempo. El turismo, más que nunca, está buscando experiencias, y la gastronomía y la cultura tienen que aprovecharse. No tiene sentido que un señor venga a un hotel de Oviedo y se coma un queso, con todo los respetos, de Francia. Que vaya a Francia a comérselo. Al final eso es identidad, y diferenciación y paisaje y sostenibilidad económica y social. Tenemos que apostar por lo nuestro.

–Usted encabeza a los hoteleros canarios. Ahora que levantaban cabeza, llega el volcán...

–Estoy esperando el aterrizaje de una nave marciana, porque es lo que nos falta. Cuando veíamos una incipiente recuperación, luz al final del túnel. Desde luego afecta. Depende todo de que este fenómeno tenga una comunicación realista o amarillista. Parece que se va a caer el mundo. Lo que hay es un problema grave que hay que afrontar. Y hay que poner en valor que han funcionado los protocolos. Lo que no puede ser es que una cadena pública abra su informativo diciendo que ha habido 20.300 terremotos, cuando no son tales, sino movimientos que los hay en todos los sitios, imperceptibles. Los palmeros tienen que seguir viviendo y con noticias así se les arruina. Es lo que quiso transmitir la ministra y casi se la comen. El peligro es que se estigmatice a una isla.

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