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Kiwis, fabas y manzanos se libran de los vaivenes del tiempo en Asturias

Las altas e inusuales temperaturas de principios de año han vuelto “locas” a las viñas del Suroccidente y algunas han empezado a brotar

Huerto encharcado, este miércoles, en La Granxa (Oviedo). | Fernando Rodríguez

Que si ahora hace frío, que si ahora hace calor. Que si apenas llueve, que si no para de llover. En los últimos tiempos los vaivenes del tiempo meteorológico traen de cabeza a todo el mundo. Pero más allá de que afecten al ocio y a los planes cuando se va de vacaciones, hay un sector que vive muy pendiente de las previsiones porque en ello le va el bolsillo: los trabajadores del campo.

Afortunadamente este inusual cambio de un año a otro –con temperaturas más bien primaverales en pleno invierno y, de repente, un cambio brusco con caída de termómetros y lluvia sin parar– no ha afectado mucho a los cultivos tradicionales y más significativos de Asturias: kiwi, faba, manzano y las viñas del Suroccidente. Los meses invernales son más bien los de “reposo” de tales cultivos, así que no les ha pillado mal. Únicamente los viñedos lo han acusado un poco más.

Viñas

El presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas, José María Martínez, explica que el calor de hace unos días, con temperaturas de hasta 24 y 25 grados, en nada beneficia a la viña. “No son temperaturas propias de esta época y vuelve locas a las plantas, las engaña”, señala Martínez, quien explica que en cepas jóvenes se pudo ver alguna planta que iniciaba la fase de brote. Sin embargo, considera que fue “algo puntual, anecdótico” y no cree que haya afecciones generalizadas en los viñedos. Con todo, deja claro que tanto calor fuera de época “no es bueno” y que “lo ideal es que vengan las estaciones en tiempo y momento”.

Faba

En cuanto a la faba, el presidente del consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida Faba Asturiana, Sergio Suárez, descarta daños en las producciones porque ahora mismo “no hay nada cultivado”, la tierra está en barbecho y toda la faba está recogida. Hasta abril o mayo no comenzará el trabajo en la tierra.

Kiwis

Los cambios bruscos de temperatura no afectan en absoluto a las plantaciones de kiwi en esta época del año: “La planta está sin hoja y en estado de hibernación, metafóricamente hablando”, explica Juan Cimas, gerente de Kiwis La Isla, empresa de carácter familiar y pionera en la explotación a gran escala del fruto.

En la isla del Arcubín de Soto del Barco, donde está la plantación, llevaron a cabo la recolección en el mes de noviembre, con el fruto en su punto de azúcar de acuerdo al índice Brix. Una vez recogido el fruto, la planta pierde las hojas y se prepara para hibernar, por lo que los últimos cambios meteorológicos apenas repercuten.

Manzanos

También se libran los manzanos. Carmen Suárez, de Vega (Gijón), vive rodeada de pomares. Los más de 1.000 que lleva su familia desde hace tres generaciones. Afirma que este cambio brusco de temperaturas, tras la “primavera fake” de la semana pasada a la que siguió este invierno sin aviso, no ha afectado: “La manzana estaba ya recogida”. Las primeras manzanas se recolectan en torno a San Juan, las últimas a mediados de diciembre: “Se han librado de este cambio de temperatura tan drástico, y no creo que afecte a la próxima cosecha porque aún está lejos”.

Aún así, fue una temporada con sustos. Porque, si bien la cosecha se mantuvo intacta, las intensas lluvias del mes de noviembre provocaron la caída de algunos árboles: “Afortunadamente, la mayoría de los frutos ya estaban maduros”.

9,3 grados: la temperatura media en diciembre, la quinta más alta desde 1961

Esta será una jornada de Reyes fría y lluviosa, con nieve en las alturas y nieblas matinales. Tras el suave inicio de año, el invierno está dispuesto a no dar tregua en lo que queda de semana, así que los paraguas y los abrigos serán indispensables para los niños que quieran salir a la calle a salir con los juguetes que les han traído. Todo después de que el último mes del año fuese más bien cálido, con una temperatura media en la región de 9,1 grados, 2,3 por encima del valor medio registrado entre 1981 y 2010, y la quinta más elevada desde 1961. Así lo han explicado en la Agencia estatal de Meteorología (Aemet), que han hecho públicos los registros del último mes del año. Durante los primeros diez días de diciembre hubo valores por debajo de lo normal, especialmente las máximas, y después se mantuvieron en torno a los valores medios. Pero al final las temperaturas ascendieron progresivamente, siempre por encima de los valores normales, hasta que el día 28 se alcanzaron las máximas. También el sol fue de lo más visto. La insolación estuvo por encima de los valores esperados de forma que en el aeropuerto se registraron 113 horas de sol frente a las 85 de media en diciembre, y en el Oviedo 132 cuando el valor normal se sitúa en 105 en el pasado mes. La precipitación de diciembre se concentró en los once primeros días, un episodio en el que se encadenaron periodos de precipitaciones persistentes y abundantes y, aunque las cantidades recogidas en veinticuatro horas no fueron excesivamente altas, se superaron los 40 litros por metro cuadrado en muchas estaciones. El viento sopló más de lo esperado: las rachas más fuertes se produjeron los días 7, 10 y 27, con registros superiores a 90 kilómetros por hora en Cabo Peñas, Cabo Busto, aeropuerto, Cabrales, Ibias, Taramundi, y en otras estaciones de montaña.

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