«Dignificar» la profesión docente con mejores sueldos, aportando más recursos para las aulas, reduciendo las ratios de alumnos por clase, atajando las interinidades, menguando el papeleo... Eso es lo que necesita de manera más urgente el profesorado asturiano, según coinciden los ocho sindicatos que este jueves pelearán en las urnas por los 45 representantes de la Junta de Personal Docente no universitaria. Se trata del mayor comité de empresa de Asturias, formado exactamente por 12.520 trabajadores, y el principal órgano de negociación de los docentes con la Administración autonómica.
LA NUEVA ESPAÑA ha pedido a los cabeza de lista de los ocho sindicatos que se presentan a las elecciones (ANPE, CC OO, UGT, SUATEA, CSIF, SINTTA, CSI y USIPA) que resuman cuáles son las principales retos a los que se tendrán que enfrentar los docentes en los próximos cuatro años. Y esto es lo que dicen.
«En ANPE somos independientes para tomar acuerdos, para exigir mejoras educativas y para luchar contra las imposiciones legislativas improvisadas. ANPE siempre ha defendido y defenderá al profesorado de la enseñanza pública, exigiendo más educación y menos burocracia. ANPE fundamenta su estrategia en la escucha activa de las exigencias del profesorado en pro de la profesionalidad como docentes, porque en nuestra esencia está hacer propuestas técnicas no ideologizadas, siempre dentro del respeto al marco normativo vigente. La educación es la base sobre la que se sustentan las sociedades avanzadas y Asturias no puede quedarse a la cola del progreso, por eso hay que proteger y dignificar a los docentes y la labor del profesorado. Me siento muy honrado de encabezar la lista de ANPE, un sindicato fuerte y coherente en sus propuestas, siempre dispuesto a alcanzar acuerdos que redunden en mejoras laborales para los profesionales docentes, esenciales para que la enseñanza asturiana ofrezca el mejor de los sistemas educativos posibles, con calidad, profesionalidad y trabajo colectivo».
«Dignificar la profesión docente es el plan más urgente que necesita el profesorado asturiano. Y no estoy hablando de campañas publicitarias, de eslóganes y buenas palabras. Me refiero a algo tan sensato y razonable como que han de ponerse los recursos necesarios para que el trabajo se desarrolle en las mejores condiciones posibles; estoy hablando de menos alumnado en clase, menos carga lectiva, mejores salarios, o menos papeleo y más docencia directa. Y lo primero que tenemos que conseguir es que la Junta de Personal Docente abandone viejos comportamientos que impiden su normal funcionamiento. Por esta razón, si la UGT gana las elecciones, propondremos para la Presidencia de este Órgano a una persona que, desde la independencia, se fije como objetivo fundamental alcanzar la unidad sindical. Porque solo desde esa unidad sindical conseguiremos convencer a la clase política para que la educación tenga el respaldo y el apoyo que le corresponde por su interés social».
«El sistema educativo asturiano debe hacer frente a importantes problemas estructurales en los próximos años. La inversión en educación sigue por debajo de la que existía antes de la crisis económica de 2009. Como consecuencia, somos el profesorado peor pagado del Estado. La brecha salarial es escandalosa: durante el primer sexenio una docente asturiana cobrará 21.000 euros menos que una cántabra. Es indispensable una mejora cualitativa de la enseñanza, que pasa por aprobar el Decreto de Equidad y tener una ratio de alumnado reducida, al mismo tiempo que hay que hacer frente a la temporalidad y precariedad de la plantilla (40% de interinidades), al envejecimiento del profesorado impulsando la reducción horaria para mayores de 55 años y desburocratizar la docencia. Igualmente, la Consejería de Educación debe aprobar un Plan de igualdad e impulsar la creación de la especialidad de llingua asturiana. Las recientes movilizaciones contra la aplicación de la LOMLOE son una muestra más de la incapacidad de la Consejería de Educación para llegar a acuerdos con un sector tan esencial como su propio profesorado».
«Resulta fundamental el aumento de financiación para poder reducir las ratios y las horas lectivas; esto implica aumentar las plantillas de profesorado y permitiría dedicar más horas al verdadero trabajo docente, en equipo y de forma coordinada. La inversión que exige se consigue eliminando los conciertos educativos: el dinero público para la educación pública. Asimismo, el profesorado debe conformar un cuerpo único de docentes frente a la estratificación existente que promueve las diferencias laborales y salariales: a igual trabajo, igual salario, sin condiciones ni evaluaciones. Por otro lado, habría sido imposible imaginar el actual proceso de estabilización del personal interino sin la intervención de SUATEA, si bien las condiciones finalmente establecidas no son las que defendimos y por las que nos movilizamos: estabilizar a las personas y no las plazas. La trayectoria de SUATEA demuestra que somos el sindicato necesario para organizar la lucha colectiva por la mejora de las condiciones laborales del profesorado asturiano y de nuestra educación pública».
«El profesorado asturiano no puede seguir así. Necesita apoyo e instrucciones claras para enfrentarse a la implantación de esta nueva ley educativa, y no tanta desorganización y caos. Los docentes asturianos están hartos de asumir responsabilidades que no les corresponden y dedicar su tiempo a tareas burocráticas que les alejan del aula. Ese es el sentir que los delegados y delegadas de CSIF recogen a diario en los centros. Pero, sobre todo, necesitamos recursos, materiales y humanos, y eso implica la reducción de ratios, la reducción de horarios, profesorado especialista suficiente y personal sanitario en los centros, que nos permita crear entornos accesibles y desarrollar nuestro trabajo de manera eficiente. Debemos dignificar la tarea docente ya, y eso pasa por la elaboración de un estatuto que regule todos estos aspectos».
«El profesorado asturiano necesita precariedad laboral para poder desarrollar de manera adecuada sus funciones. El 40% de interinidad (temporalidad) en abuso y fraude de ley (reconocido por el TS) supone una enorme injusticia para con estos trabajadores a la par que resulta un enorme escollo en la organización de los centros y en sus proyectos (recordemos que Europa obliga a su estabilización o bien al pago de una indemnización y una multa a la administración suficientemente disuasorias). Además, el acuerdo de interinos del Principado es el peor y que menos cuida a sus trabajadores de todos España. Por otro lado, el profesorado necesita la ayuda y reconocimiento de su propia administración, de la que recibe el continuo desprecio, al que en época covid desprotegió de medidas, sobrecarga cada vez más de tareas burocráticas, somete a continuos cambios legislativos reiterados, priva de autoridad, de la carrera profesional en todos sus tramos, son los que más horas trabajan de España y de los sueldos más bajos, los tutores no reciben retribución alguna...».
«Na seición d'Educación de la CSI facémonos ecu del enfadu de la mayor parte de les y los profesores, que ven reducíes hasta la mínima espresión toles posibilidaes d'exercer el so llabor educativu de la forma más anovadora y eficaz. La mayoría vémonos ensin tiempu pa la docencia directa: preparar clases, proyeutos, actividaes..., evaluar de formes variaes y adecuaes o atender a la diversidá qu'hai nes aules, reflexu de la sociedá. Agora tol tiempu col que se cuntaba hasta nun va muncho desapaeció ente un balagar d'infinites xeres alministratives: documentos que nun tienen repercusión directa nel procesu educativu de les nuestres alumnes y alumnos, pero que fai falta formular y rellenar y que respuenden namás a les esixencies cada vez más apartaes de la realidá d'una Alministración que paez vivir dando'l llombu a les aules».
«Las trasformaciones sociales que se vienen produciendo en nuestra sociedad están forzando de forma acelerada un cambio de paradigma en la educación que se ve reflejado en las distintas leyes educativas, que se vienen sucediendo desde hace años y que conllevan un aumento de competencias y funciones. Lo que supone una sobrecarga importante administrativa y burocrática que asume el profesorado. Si partimos del concepto de que la educación es un bien común, profesores, alumnos, familias, administraciones y la sociedad en general, tenemos una responsabilidad con la misma, con el fin de mejorar la comunicación, el rendimiento y el bienestar, en pro de una educación de calidad. El profesorado asturiano es muy consciente de todo esto y se implica en esa labor, pero precisa respaldo, medios humanos y materiales , pero sobre todo, ser escuchados. Que sean ellos, los expertos en educación, los que cada día están a pie de aula, los que hablen de educación».
