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Miki López
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Son quizás los últimos anguleros del Nalón, que afrontan una de las campañas más inciertas ante la bajada de capturas progresivamente en las últimas décadas. Ellos se resisten a dejar un oficio ancestral, transmitido de generación en generación y que, advierten, no es el único culpable de la escasez de angula.
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Son quizás los últimos anguleros del Nalón, que afrontan una de las campañas más inciertas ante la bajada de capturas progresivamente en las últimas décadas. Ellos se resisten a dejar un oficio ancestral, transmitido de generación en generación y que, advierten, no es el único culpable de la escasez de angula.
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Son quizás los últimos anguleros del Nalón, que afrontan una de las campañas más inciertas ante la bajada de capturas progresivamente en las últimas décadas. Ellos se resisten a dejar un oficio ancestral, transmitido de generación en generación y que, advierten, no es el único culpable de la escasez de angula.
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