Alberto Menéndez

Asturias necesita hechos

La realidad paralela de los partidos políticos

Siete meses de pandemia que han cambiado radicalmente la manera de entender la vida de los asturianos no han servido, sin embargo, para que la clase política de la región haya variado el guion y modificado sus planteamientos para, al menos, intentar abordar lo más unida posible los momentos críticos que atraviesa la comunidad autónoma y diseñar una estrategia de consenso en asuntos fundamentales (como pueden ser la sanidad, la educación o la economía) para abordar con ciertas garantías de éxito las penalidades que seguro le esperan en los próximos meses y años.

El reciente Día de Asturias no se distinguió políticamente en nada de los anteriores sin virus amenazantes. Por supuesto que el covid-19 fue gran protagonista de la sesión plenaria extraordinaria de la Junta General del Principado del pasado lunes, pero los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios se limitaron a exponer ideas ya conocidas por todos o a repetir las críticas habituales contra el Gobierno, que ya pasan desapercibidas de tan gastadas que están.

Pueden unos y otros seguir por el mismo camino de distanciamiento y apatía, pero ellos mismos saben que por ahí no pasa la solución a los graves problemas de Asturias. Y es que si en una situación tan agobiante como la actual los políticos de la región no son capaces de encontrar vías de diálogo y acuerdo, ¿para cuándo lo van a dejar?

Es el momento de pasar ya de las palabras a los hechos, de ceder todos, de oír a los expertos y elaborar planes consensuados a medio y largo plazo, huyendo de las improvisaciones. Lo primero es saber dónde se quiere ir para luego poder diseñar las políticas adecuadas.

No es fácil. Para ello son fundamentales los liderazgos. En el Gobierno, pero también en la oposición. Esa es la gran interrogante de la política asturiana. Dejar sola a la sociedad civil en esta trascendental coyuntura sería una gravísima irresponsabilidad.

Compartir el artículo

stats