Amaya P. GIÓN

El cuento es una obra de arte en sí misma y la literatura infantil debe ser de calidad, convirtiéndose en una herramienta de crecimiento de los niños y niñas. Esta tesis fue defendida en el club de prensa de LA NUEVA ESPAÑA por la escritora avilesina Fátima Fernández, Aurelio González Ovies y Esperanza Medina, colaboradores de este periódico y miembros del grupo «Creactiva» en un acto en el que Fernández presentó sus dos primeros libros infantiles: «Kepín vuela por primera vez» y «Mapy, la alegre locomotora».

«Los libros para niños no deben ser libros para tontos, sino para pequeños y para adultos, ya que los padres son los que dan el visto bueno a la hora de elegir», señaló la escritora avilesina. Y es que cuando el niño lee un libro, explicó Fernández, busca respuestas. Los temas tabú, añadió, siguen constituyendo un handicap para la literatura infantil: «La muerte o la violencia, que los pequeños ven constantemente en televisión, apenas tienen respuesta en los libros». El motivo: «Los padres no comprarían cuentos con esos argumentos», añadió Fernández.

González Ovies criticó el panorama de la literatura infantil de Asturias: «Parece que competimos, que nos pisamos, que lo que realmente interesa es crecer y lo que hacemos es tirar piedras contra nuestro propio tejado», apuntó. Para el poeta y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA las lecturas deben evolucionar a la par que lo hace la sociedad: «Escribir para pequeños tiene que ser como escribir para mayores», afirmó tras señalar que en los cuentos infantiles asturianos existe una «mitología desgastada de trasgus y nuberus». Aunque destacó que «las editoriales empiezan a apostar por la literatura infantil», criticó que en Asturias «se mira más a los escritores de fuera». «A nivel editorial se prefiere que publiquen los de fuera. Los de fuera prefieren a los de su casa. Así que a los de casa sólo se nos cierran puertas», añadió.

Esperanza Medina, por su parte, subrayó que «el cuento es una obra de arte en sí mismo, un arte que hay que acercar a los niños» y explicó una serie de instrucciones para contar un cuento correctamente. «En primer lugar, el cuento debe gustar a quien lo lee. Hay que crear un ambiente agradable y relajado. A los niños les encanta oír el mismo cuento así que hay que repetirlos así como inventar finales alternativos o inventar escenas o personajes para que los pequeños entren en el cuento, en el juego». CLUB PRENSA ASTURIANA