La sala Octógono, en la calle de Rivero, inaugura hoy una muestra de los últimos trabajos del pintor catalán Marc P. Oliván (Mauritania, 1951). El escritor José Luis Espina define la obra de Oliván como una colección de «relatos de esperanza, historias de resurrección». Los trabajos del artista beben del cómic, fantasmas a todo color como viñetas de una vida más que repensada. «La pintura de Marc no es una mera transposición de lo cotidiano al arte, sus trabajos expresan una candidez engañosa y su discurso es más que una simple manifestación estética inspirada en un movimiento pictórico». La colección que exhibirá la céntrica galería recoge retratos invisibles, paisajes simbólicos, bodegones a mitad de camino entre el sueño y la realidad. Oliván ha sido portadista, dibujante publicitario y su obra ilustra alguno de los libros de poemas de sus amigos.