Arcelor-Mittal continúa limpiando la ría de Avilés, con especial énfasis el tramo de aproximadamente un kilómetro entre el puente de San Sebastián y el Hospitalillo, después del vertido de aguas amoniacales que se produjo el lunes de madrugada. Un grupo de trabajadores centró su trabajo en la limpieza de la escollera, una operación que se prolongará previsiblemente durante los próximos días. El Gobierno regional instó ayer a la multinacional siderúrgica a adoptar con carácter urgente un programa de limpieza "para todas las zonas de la ría que hayan podido verse afectadas por el suceso". El Principado prevé abrir un expediente sancionador a la firma una vez disponga de la información necesaria.

El derrame de aguas amoniacales se produjo por causas desconocidas el pasado lunes de madrugada. Entonces se bloqueó el tubo y se aisló el colector utilizado para el tránsito de dichas aguas, pero el vertido salió a la luz a primera hora de la mañana por influencia de las mareas. El vertido causó manchas de color blanquecino y dejó un fuerte olor en el ambiente.