La multinacional aluminera Alcoa recibió en la última década en incentivos eléctricos para las factorías de Avilés y La Coruña el doble del dinero que invirtió en ellas en ese periodo. Según ha podido saber este periódico, los números de la compañía reflejan que el Estado aportó para sendas plantas en los últimos diez años por los servicios de interrumpibilidad (el sistema por el que las industrias reciben dinero por reducir o cesar su consumo eléctrico en caso de emergencia) más de 400 millones de euros. En ese periodo, Alcoa invirtió en sendas plantas ahora amenazadas de cierre unos 200 millones, según la misma versión.

Las fuentes consultadas por este diario apuntan que Alcoa recibió del Estado en 2014 unos 28 millones de euros por interrumpibilidad. La multinacional americana espera obtener en la segunda subasta anunciada por el Ministro José Manuel Soria retribuciones por valor de unos treinta millones de euros para su planta de Avilés y otros tantos para La Coruña de cara al año 2015. Las mismas fuentes añadieron que el coste de personal de la factoría avilesina, con 414 trabajadores directos, supone para Alcoa al año 17,5 millones de euros; es decir, casi la mitad de lo que espera recibir en ayudas para pagar su factura de la luz.

Alcoa, por su parte, cifra en 100 millones de euros las pérdidas de explotación en Avilés y La Coruña en cinco años. La multinacional aluminera vincula el futuro de sus plantas españolas a una regulación estable y a largo plazo de los costes energéticos, que suponen el 40% de los costes de producción.

La compañía estadounidense argumenta el despido colectivo en las factorías de Avilés y La Coruña en causas productivas y técnicas de sendas plantas debido a la falta de servicios de interrumpiblidad -a expensas de lo que ocurra en la segunda subasta, que sigue pendiente de fecha-, por su tecnología menos eficiente (sólo el 13% de las factorías de la multinacional conservan cubas de tipo Söderberg, como las avilesinas) y por su menor capacidad de producción. Todo esto, sostiene Alcoa, conlleva que las factorías de Avilés y La Coruña "no puedan producir aluminio a un precio competitivo a partir del próximo 1 de enero". Según sus números, producir una tonelada de aluminio le saldrá 500 euros más caro en las condiciones actuales.