El Colectivo Ecologista y el Grupo Mavea anunciaron ayer que recurrirán ante la Comisión Europea el permiso que concedió esta semana el Ministerio de Medio Ambiente a la Autoridad Portuaria de Avilés para poder dragar 325.000 metros cúbicos en el estuario sin necesidad de contar con un informe de impacto ambiental. Esta obra permitirá aumentar en un metro el calado de la ría (pasará de 11,50 a 12,50 metros) en la zona que comprende el círculo de maniobra y el canal de acceso a los nuevos muelles de Valliniello, permitiendo el acceso de buques de mayor tamaño e incrementando la seguridad del tránsito portuario. El proyecto ha salido dos veces a información pública desde 2012 y se fueron incluyendo mejoras hasta obtener las suficientes garantías de que no dañará el entorno, sostienen desde el Puerto. El Gobierno central concluyó que estos trabajos de dragado no tendrán impactos severos, por lo que ha dado luz verde al plan; pero los ecologistas aseveran que puede tener un impacto directo en enclaves protegidos, como la charca de Zeluán, la Ensenada de Llodero, las deunas de El Espartal o el entorno de Peñas.

Los 325.000 metros cúbicos de material, fundamentalmente árido y fango, que se extraerán del canal de la ría se verterán frente a la ensenada de Xagó, a una profundidad de entre 17 y 35 metros. El proyecto recoge que a continuación se cubrirá ese vertido con 75.000 metros cúbicos de arenas limpias, procedentes de la barra y el canal de entrada al puerto. Los ecologistas sostienen que los áridos y fangos que se extraerán del estuario "están en su mayoría contaminados" por la actividad industrial de las últimas décadas y que "no se ha tenido en cuenta la afección que va a suponer" su depósito. "Estos vertidos tendrían un potencial impacto en las playas de Gozón, y dudamos que esto se pueda subsanar cubriéndolos con arenas limpias... si es que las encuentran", planteó el portavoz del colectivo, Fructuoso Pontigo.

Los ecologistas añaden a su listado de protestas que "no se ha tenido en cuenta que estos dragados tienen un efecto directo sobre la pérdida de arena en las dunas del Espartal y la playa de Salinas"; y tampoco, prosiguen, el impacto que actuaciones anteriores tuvieron en la Charca de Zeluán y la Ensenada de Llodero. "No se ha realizado el preceptivo trámite de aceptación social del proyecto y tampoco se preguntó a los Ayuntamientos de Castrillón y de Gozón, como directamente afectados", concluyen. Sin embargo, el propio Ayuntamiento castrillonense y los vecinos de Salinas están de acuerdo con el Puerto en que estas obras de dragado no tendrán incidencia en el proceso erosivo de la playa de Salinas.

El Puerto presentó el 26 de diciembre de 2012 en la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental el proyecto de dragado para determinar si era necesario someterlo al procedimiento de evaluación a ambiental, puesto que los trabajos podían afectar directa o indirectamente a la Red Natura 2000. El organismo concluyó dos años después, y de ahí la luz verde dada por el Ministerio del ramo al dragado, que si se cumplen los requisitos ambientales establecidos en el plan de obra "no es previsible que se vayan a producir impactos adversos significativos".