La flota artesanal asturiana -excepto la de cerco- acaba de recoger sus pertrechos y abandonado la campaña de xarda por el fin de la cuota asignada. Apenas han sido diez días de trabajo, pero al menos han dejado buen sabor de boca a los profesionales ya que las capturas se han pagado a "buen precio", según aseguró ayer Dimas García, presidente de la Federación regional de Cofradías. El año pasado, el precio medio fue de unos cincuenta céntimos el kilo; en esta ocasión, en las rulas se pagaron de media unos 70-80 céntimos, un 40 por ciento más. García, pese a ese dato satisfactorio, criticó que en otras provincias cantábricas los barcos pueden ir a la caballa durante todo el año "y aún así les sobra cuota". "Es una vergüenza que nosotros sólo podamos pescar diez días", denunció el presidente regional.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente dictó la orden del cierre provisional de la pesquería en base a los datos de consumo y por la petición del sector asturiano. La próxima semana, la Secretaría General de Pesca analizará los datos de descargas y avanzará si se puede abrir de nuevo la costera con la cuota sobrante, "si la hay", matizó García. La flota asturiana podía pescar este año 1.725.804 kilos de caballa. Las cofradías decidieron que el reparto sería de 500 kilos por tripulante y día.

La costera de la xarda duró pocos días más que la del año anterior pero porque había menos barcos participantes y la cuota disponible cundió más a las embarcaciones que sí decidieron participar en la campaña.