En la comarca avilesina existen unos treinta talleres de reparación de automóviles o motocicletas que carecen de licencia para el arreglo o la revisión de vehículos. Estos negocios clandestinos mueven anualmente más de un millón de euros. "Ése es el dinero, calculando muy a la baja, que pierden los talleres con licencia por la competencia desleal al no poder competir con los precios tan bajos ofertados por locales sin licencia que eluden el pago de impuestos", lamenta el secretario general de la Asociación del Automóvil del Principado de Asturias (ASPA), Cesáreo Marqués. Estos negocios fraudulentos se pueden encontrar por "diferentes puntos de la comarca" y el colectivo de Marqués ya ha denunciado las prácticas dudosas de muchos de ellos.
El número de locales ilegales despuntó en los últimos años, en parte por la crisis económica. Los talleres clandestinos "ni dan facturas, ni pagan impuestos". "Y lo que es peor: el cliente no puede reclamar una mala reparación, así que ahorrar unos euros puede costar caro si hay un problema", precisa Marqués. Desde la Confederación Española de Talleres, Reparación de Automóviles y Afines, agregan: "Estos negocios no poseen permisos reglamentarios, acceso a la información técnica de los vehículos ni ninguna de las licencias y autorizaciones que marca la legislación. Los establecimientos clandestinos tampoco cumplen las normativas en materia de seguridad laboral o gestión medioambiental de los residuos y no emiten facturas".
El taller legal se identifica por una placa concedida por la consejería de Industria que debe estar colocada siempre en un lugar visible. En esta placa se detallan, a través de símbolos representativos, las ramas de actividad para las que el establecimiento está autorizado: una llave inglesa (mecánica), una flecha quebrada (electricidad), un martillo (carrocería) y una pistola de pintar (pintura).
Los responsables de ASPA se reunieron hace unas semanas con el concejal de Promoción Económica del Ayuntamiento de Avilés, Manuel Campa. Ambas partes coincidieron en el daño que provoca en la economía de las empresas legalmente constituidas y también en las arcas municipales la proliferación de locales dedicados a la actividad ilegal de reparación de vehículos. Campa aconsejó dar a conocer cualquier práctica ilegal bien sea en el sector del motor o en cualquier otro. En este sentido, los responsables de la Asociación del Automóvil del Principado y el gobierno local establecieron a su vez unas bases de colaboración basadas en un sistema de denuncias que el colectivo hará llegar al Ayuntamiento.
ASPA mostró asimismo su preocupación por la venta ilegal de coches en la vía pública. "Hace daños a los concesionarios de vehículos nuevos, de segunda mano o de kilómetro cero que como en el caso de los talleres con licencia deben pagar impuestos, seguros...", manifestó Marqués, que le presentó a Campa una ordenanza del año 2011 del Ayuntamiento de Llanera que regula esta situación.
"Este documento no prohíbe que un particular venda su coche en la calle, nadie puede meterse con eso. Pero se exige que esos particulares que desean vender su vehículo tengan un permiso que concede el Ayuntamiento de Llanera en este caso por un periodo de seis meses", recalcó. Agregó: "El que en vez de un coche a la venta tiene seis o siete ya no podría hacer esto, porque eso es ilegal, es lo más parecido a tener un gran concesionario en la vía pública". Marqués destacó que las personas que están detrás de este negocio fraudulento "ocupan suelo público y plazas de aparcamiento".
"Funcionamos muy bien con el Seprona que levanta acta y la envía a las distintas administraciones, pero el Seprona tiene los efectivos que tiene y no puede hacer más. Por eso creemos que quienes deben tomar medidas son los ayuntamientos, que en gran parte también resultan afectados tanto por la venta ilegal de coches en la calle como por la existencia de talleres clandestinos", concluyó el secretario general de la Asociación del Automóvil del Principado de Asturias.
