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El pinar de San Juan agoniza

"Los árboles están secos, huecos y quemados por culpa de la constante contaminación, sin que nadie ponga remedio", denuncian los vecinos de la zona

Zona del pinar colindante con las viviendas de la calle Río Narcea. MARA VILLAMUZA

El pinar se muere. Los vecinos de San Juan de Nieva claman por la recuperación de la zona que tienen delante de sus casas y que agoniza, según dicen. "Los árboles están enfermos y el suelo no se limpia, lo que puede ocasionar un incendio en cualquier momento", señalan. El pinar, que se extiende por la margen derecha de la carretera de Salinas a San Juan, paralelo al sistema dunar de El Espartal, es un pulmón para los residentes en ambas localidades.

"Los árboles están enfermos, son un reflejo de la contaminación que padecemos", afirma el presidente de la asociación de vecinos de San Juan de Nieva, Juan Requena. "Llevamos años pidiendo que se adecente y limpie la zona porque es un foco de incendios. Las denuncias las hacemos periódicamente pero la contestación que recibimos es que hay una flora muy especial. Es una contradicción porque de ser cierto lo normal sería mantener en buen estado el pinar", indica.

"Los árboles están huecos, a diario se caen muchos ejemplares sin que nadie pongan remedio al problema", señala Justo Fernández, que habitualmente pasea por la zona del pinar comprendida entre la calle Río Narcea y las inmediaciones de las instalaciones de Asturiana de Zinc (Azsa). San Juan de Nieva cuenta con unos 130 vecinos, que se duplican en la temporada estival.

La propiedad del pinar es municipal. Es una donación de Azsa al Ayuntamiento de Castrillón realizada hace unos 35 años. "Lo de plantar pinos data de hace algunos años, antes parece ser que era otro tipo de arboleda; pero, sea lo que sea, exigimos que, de una vez por todas se recupere y se mantengan en buen estado", señaló Requena. "Hay árboles, secos, árboles huecos y otros quemados de la contaminación", añadió el dirigente vecinal.

En el siglo XIX, la zona que se extiende entre Salinas y San Juan formaba parte de lo que hoy se conoce como el sistema dunar de El Espartal. A mediados del siglo XX, las instalaciones industriales y el desarrollo urbano han ido socavando una zona que los vecinos exigen se conserve.

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