Los atentados de Barcelona y de Cambrils de la pasada semana hacen extremar todas las precauciones en aquellos lugares donde va a haber una importante concentración de personas. Y Avilés es uno de ellos. Con la llegada de los días grandes de las fiestas de San Agustín, la Policía Nacional, la Local y la Guardia Civil van a participar en un plan especial de seguridad y emergencia para evitar incidentes. No obstante, la ciudad tiene una peculiaridad frente a otras: que su casco histórico está rodeado por bolardos, lo que complica la entrada de vehículos sin autorización. España está en el nivel 4 del plan antiterroristas con medidas de refuerzo.
La previsión es que, siguiendo las directrices del Ministerio de Interior, se aumente las dotaciones policiales durante el fin de semana -es cuando se espera más afluencia- así como la noche de los fuegos artificiales, el lunes día 28. Según ha podido saber este periódico, la idea es desplazar a la ciudad agentes de la Policía Nacional desde otras comisarías, sobre todo de Oviedo, además de alargar el turno de trabajo a algunos de los policías de la propia comisaría de Avilés para elevar la seguridad durante las noches festivas.
La noche de día 28 se activará un dispositivo especial por el lanzamiento de los fuegos artificiales desde la ría de Avilés debido a la ingente cantidad de personas que cada año acude a disfrutar de la pirotecnica. Según fuentes consultadas, será similar al que ya se implantó el año pasado tras los atentados de Niza, aunque aún se está concretando el plan entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
En 2016, el operativo contó con 85 agentes de la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Portuaria, bomberos y sanitarios además del servicio de seguridad del Centro Niemeyer y 24 vehículos. Ese día, se prohibió la circulación de coches desde media hora antes del lanzamiento pirotécnico - a medianoche- por la calle del Muelle desde la dársena de San Agustín, y por la avenida de Los Telares. También cortaron al tráfico la avenida de Conde de Guadalhorce entre la travesía de Demetria Suárez y la carretera N-633 (acceso del puente Azud).
La pasada Semana Santa, Avilés, como en otras ciudades, ya notó un incremento de la seguridad tanto con el refuerzo en el número de agentes en la calle como con la colocación de coches policiales y barreras móviles en lugares estratégicos durante el paso de las procesiones religiosas.
El grado 4 se estableció en junio de 2015 tras los atentados de Túnez, Francia y Kuwait. Luego llegaron ataquen en Berlín, en Estocolmo o en Egipto, con medio centenar de fallecidos. Tras los atentados de Barcelona y Cambrils, el Gobierno que dirige Mariano Rajoy optó por mantener ese mismo nivel de alerta pero reforzando algunos aspectos. Así elevó la seguridad en lugares con elevada concentración de personas, sobre todo en zonas de afluencia turística, e intensificó los controles aleatorios de personas y vehículos en lugares de máxima aglomeración de personas. También se intensificaron los controles en la zona fronteriza hispano-francesa. Dar un paso más y decretar el grado 5 supondría, por ejemplo, el apoyo del Ejército en la calle.
