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RICARDO GARCÍA IGLESIAS | Capitán de navío, autor del libro "Frasquía. Embarcaciones en el puerto de Avilés", que se presenta hoy

"Hay afición por la mar y los barcos a 500 metros del puerto, no más allá"

"Las embarcaciones de hoy están hechas con mejores materiales, pero la estética es más fea"

Ricardo García Iglesias. R. SOLÍS

Frasquía, una de las formas que coge la madera de los barcos, da título al último libro del capitán de navío en la reserva, Ricardo García Iglesias, que centra la atención en las embarcaciones en el puerto de Avilés desde el siglo XIX al XXI. La Cámara de Comercio, Industria y Navegación (plaza de Camposagrado) acoge a las 20.00 horas de hoy la presentación de la publicación.

- De tanto contemplar embarcaciones y observar los cambios con el paso de los años, ¿qué opinión tiene sobre la evolución que han tenido?

-Los que somos aficionados a los barcos decimos que ahora son un poco cajas de zapatos; están hechos con mejores materiales y medios, pero la estética es más fea aunque sea más práctica.

- ¿Están desapareciendo las embarcaciones de madera de Avilés?

-Sí, son historia a no ser que ocurra lo que se ha hecho en Baleares, donde se protege la construcción artesanal con subvenciones y creado escuelas de carpinteros de ribera. Además tiene que haber afición como en los países nórdicos o Inglaterra, donde se siguen haciendo barcos en madera para conservar lo tradicional y lo bello, aunque es más caro y difícil de mantener. En nuestro país tienen muy poco futuro.

- ¿Se le ocurre alguna propuesta para evitar la pérdida?

-En España, la afición en general a los barcos y a la mar es muy local, uno se mete diez kilómetros tierra adentro y la gente no sabe lo que es la mar. En países como Inglaterra, en cualquier sitio hay afición por los barcos, aquí la hay a 500 metros del puerto, no más allá.

- ¿Hay alguna embarcación mítica en Avilés?

-Sí, el Elvirita, aunque está reformada. Pasó por varias manos y el actual propietario aún la usa para la pesca.

-¿ La playa de San Balandrán favoreció la existencia de botes y lanchas?

-Sí, porque no había otra forma de ir a la playa que en lancha. En cuanto a la afición por las embarcaciones en general, la gente que iba a San Balandrán alquilaba botes, piraguas, patines..

- Entre las embarcaciones menores hay botes, chalanas y lanchas. ¿Con qué misión se construía cada una?

-La chalana se hace para el transporte burdo: sacos de carbón, muebles y trabajos pesados porque tienen más estabilidad; el bote de remo se empleaba siempre para ir al calamar y chipirón., también se utilizaron para trasladar gente.

- ¿Decrece el número de embarcaciones?

-Decrecen las embarcaciones tradicionales y utilizadas para sacarles rentabilidad económica y crecen las deportivas, que ya no son un objeto de lujo. En otro tiempo sólo había media docena de personas con lancha de recreo en Avilés, eran potentados. Hoy en día, cualquiera puede tener este tipo de embarcación, es como tener un coche, o más barato.

- El remolcador es una embarcación ligada a cualquier puerto. ¿Desde cuándo está presente en Avilés?

-El primero del que tengo cuenta fue de la Armda, El Ferrolano, que vino en una visita que hizo Alfonso XII.

- En el libro habla de una curiosa embarcación llamada La Morrillera. ¿Cómo era?

-Una embarcación única, un barco de pesca adaptado a carga que transportaba bolos para la Real Compañía; cargaba hasta 25 toneladas.

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