La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El punk no entiende de edades

Illán Suárez, de 7 años y practicante de kárate, tiene claro que lo suyo es el rock y ya se ha apuntado a clases de guitarra

Illán Suárez, con la guitarra que tocará algún día, delante del hórreo de su casa. RICARDO SOLÍS

A sus 7 años, su cresta de picos le delata: Illán Suárez tiene alma punk. Y no es algo que sea nuevo, hace ya tres años que exterioriza su amor por este género del rock con un peinado que llama la atención en todos los festivales que recorre con sus padres, Manuel Suárez y Sonia Solís, y su hermano Pelayo. De hecho, le ha permitido conocer a muchos de sus ídolos, que no dudan en pararse cuando les pide una foto. Su padre recuerda de dónde le llegó la idea: "Vio una foto mía con el guitarrista de 'Casualties', Jake Kolatis, y se quedó alucinado con su cresta azul, hasta que tuvimos que ponérsela. Cuando fuimos a ver tiempo después al grupo, ya todos juntos, Illán llegó todo ilusionado y vio que Jake se la había puesto marrón. Allí estuvimos con un espray cambiándosela de color".

¿Cuál es su grupo preferido? "Los 'Misfits'", contesta el pequeño. Su padre le pregunta que si está seguro. "Bueno y los 'Casualties', claro". Entre los españoles, se queda con "Eskorbuto". Pero la pasión de Illán no es diferente a la de cualquier niño de su edad con un balón de fútbol, una guitarra o cualquier juguete. Vive desde hace poco en una casa de Solís, rodeado de verde y animales. "Siempre llama la atención, pero a él ni le gusta ni le disgusta. Incluso a veces nos critican como padres, hasta una vez pusimos una foto en la que los dos bebían un refresco y hubo comentarios de cómo permitíamos que bebieran 'calimocho', pero sabemos que es un niño totalmente normal", sostiene su padre. Es una pasión que le viene de familia. Primero por su padre y su madre y luego por su hermano Pelayo, que hasta hace tres años lucía melena estilo "Los Ramones", pero ya se ha cansado de ella. "Ahora escucho música más variada. Me gusta el rock, por supuesto, pero escucho de todo", comenta Pelayo Suárez.

Y para Illán Suárez, su hermano es una figura a seguir. Y en ese ejemplo ha dado con otra de sus pasiones, el kárate. Pelayo tiene catorce años y comenzó muy pequeño a practicar este deporte porque una compañera del 'cole' era la hija del entrenador. Cuando tuvo edad para ello, empezó también en el club de Corvera. "Ya tengo dos copas y soy cinturón naranja. Mi hermano, azul-marrón", afirma el pequeño, que practica sobre todo el kumite, la modalidad de combate.

Pese a que cambiaron de domicilio, Illán Suárez sigue yendo al colegio de Las Vegas, donde vivía antes y con sus amigos. "Me gusta jugar con mis amigos", confiesa como otra de sus pasiones. Además, en Solís puede correr y jugar todo lo que quiera rodeado de naturaleza. "Anda de atrás adelante con el coche eléctrico y el patín todo el rato", explica su madre. También da clases de guitarra, de momento la española aunque el quiere empezar ya a "darle caña" a la eléctrica. "Primero tienes que aprender la técnica con la española", le dice su familia.

Por supuesto, el rock y el punk-rock es algo que han mamado desde pequeños en su casa. Sus padres -él es camionero y ella trabaja en el HUCA- se escapan siempre que pueden a ver conciertos y sus dos hijos no faltan a esas citas. A veces suman a sus primos por parte de padre. Lo cuenta Pelayo Suárez: "El mayor es de mi edad y sigue teniendo melena. La pequeña es dos meses menor que Illán y aún no tiene muy claro si le gusta".

"La verdad es que escuchamos toda clase de rock, pero por ejemplo yo en el camión llevo muchas veces también música clásica. Al final de ahí es de donde salió todo", comenta Manuel Suárez. Sin embargo, el pequeño de la familia lo tiene claro: "Tenemos un pendrive con cuatrocientas canciones y siempre nos pide las mismas".

Compartir el artículo

stats