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FRANCISCO CAAMAÑO | Exministro de Justicia, imparte hoy una conferencia sobre la Constitución

"Hay que reformar la Constitución para reafirmarla; hay que adaptarla al siglo XXI

"Habría que empezar cambiando el artículo 168, uno de los relativos a la reforma constitucional"

Francisco Caamaño Domínguez, el pasado mes de enero. M. L.

Francisco Caamaño Domínguez, ministro de Justicia entre los años 2009 y el 2011, ofrece hoy, a las 19.30 horas y en la Casa de Cultura, una conferencia bajo el título "Reformar o reafirmar la Constitución", con motivo del cuarenta aniversario de la Carta Magna.

- Unos dicen que no urge modificar la Constitución, otros apuntan que las circunstancias del país han cambiado en 40 años. ¿Estamos ante un grave dilema?.

-Precisamente con el título de la conferencia quería ejemplarizar las dudas que existen, pero no es un dilema, hay que reformar la Constitución para reafirmarla. No se trata de hacer una nueva, sí de adaptar el texto de 1978 al siglo XXI, hay cosas que se necesitan cambiar, mejorar y adaptar al momento actual.

- El consenso hizo posible la Carta Magna. ¿Se produciría un acuerdo así a día de hoy?

-No veo un consenso general, sí lo hay en algunos puntos concretos, pero no en todos. Requerimos consensos constantes porque es una norma en la que tenemos que encontrarnos todos, independientemente de ideologías, procedencias, confesiones religiosas. Hay que hablar cuestiones como si queremos las provincias y las autonomías o el Senado, entre otras muchas. Pero para ello, toda la sociedad española debe afrontar un debate con serenidad, la ciudadanía debe estar bien informada porque este tipo de reformas no son de hoy para mañana, debemos aprender de los errores cometidos y hacer las cosas medianamente bien para después someter la reforma a referéndum. La actual ha prestado un gran servicio y para que siga así hay que adaptarla y mejorarla.

- ¿Por dónde habría que empezar?

-Si ponemos sobre el tapete aquellas cuestiones que queremos cambiar habría que empezar por reformar el artículo 168, uno de los relativos a la reforma constitucional. Existen dos procedimientos para las reformas, uno sencillo y otro agravado, que es imposible ponerlo en marcha y está imposibilitando la capacidad de tener una Constitución para las personas. Se debería hacer algo parecido a lo que hicieron los portugueses para entrar en la Unión Europea. Su Constitución tenía una cláusula de intangibilidad que no se podían reformar, pero el texto tenía principios vinculados a la ideología comunista que impedían entrar en la Unión Europea, había que reformar un artículo que era irreformable.

- Se multiplican las demandas de revisión por cuestiones bien distintas, ¿esto está dando paso a una banalización de la Constitución?

-Algo hay de eso. Hay piezas que debemos respetar porque han funcionado bien; no en vano es la primera vez que tenemos una constitución histórica que con cierta serenidad ha escrito su propia historia.

- ¿El empecinamiento de algunos para afrontar cambios es más una confrontación política que una necesidad real de dicha reforma?

-Hay cambios necesarios, como la discriminación por razón de sexo en la sucesión de la corona; también habría que retocar derechos fundamentales, ya que dice que está prohibida la pena de muerte salvo en tiempo de guerra. Tampoco reconoce de manera clara el derecho a la protección de datos personales, es mejor si esto lo tenemos escrito con claridad

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