Hiasa (Grupo Gonvarri) y Alas Iberia (antigua Alas Aluminium) son dos ejemplos exitosos, cada una en su ámbito, de cómo las empresas asturianas han sabido abrir hueco en el sector de las energías renovables, más en concreto en la llamada "industria del sol". El director de producción de Hiasa, Daniel Palacio González, y el director comercial de Alas Iberia, Luis López Hernansaiz, participaron ayer en una charla coloquio organizada en el marco de la feria Norte Renovables para ilustrar a la audiencia sobre los productos que fabrican y dejar constancia de las expectativas favorables que se vislumbran en el horizonte.
El directivo de Hiasa cifró en un 20 por ciento la actividad de la empresa ubicada en Cancienes (Corvera) que guarda relación con la generación de energía solar y aseguró que las expectativas son favorables: "Esperamos un incremento de ventas a medio plazo por el tirón del mercado español, el cual atenderemos tratando de no perder comba en el extranjero, que es a donde hasta ahora mismo iba dirigido el grueso de nuestra producción".
La filial asturiana del Grupo Gonvarri tiene estructurada su actividad en tres líneas: tubos para automoción, barreras viales y suministros para el sector solar. De las tres, la última es la más joven y también la que crece porcentualmente a mayor ritmo, una tendencia que parece llamada a mantenerse. El Grupo Gonvarri tiene en el mundo cinco centros de producción de acero para plantas de generación solar (incluido el de Cancienes) que han suministrado materiales para 151 proyectos fotovoltaicos (40 en España) con una capacidad total de 1,8 gigawatios.
A diferencia de Hiasa, que utiliza acero como materia prima, Alas Iberia, con sede en Langreo, fabrica sus perfiles para el sector solar con aluminio. Luis López Hernansaiz defiende la complementariedad de ambos metales y, como otros expertos, destaca las posibilidades de negocio que han abierto las renovables.
