Los disfraces confeccionados con bolsas de basura de diferentes colores sobre los que figuraban llamativas teclas de xilófonos, notas musicales, pentagramas o teclados fueron las propuestas más repetidas ayer en el desfile de escolinos, que partió de la plaza de España y concluyó en el Complejo Deportivo Avilés, donde tuvo lugar la actuación del grupo "Dubbi Kids", que interpretó canciones del disco "Superhéroes High School".

Asimismo, entre los catorce colegios participantes en la gran fiesta infantil del carnaval avilesino que este año está dedicado a la música, también tuvieron una gran acogida los roqueros (una de las opciones elegidas por las familias del Apolinar García Hevia para asistir a la gran parada) y los tunos, vestimenta que diferenciaba al colegio Versalles, si bien jóvenes de La Carriona acudieron igualmente con las peculiares capas decoradas con cintas de colores. La asociación de madres y padres del centro público de Versalles se afanó estos días en realizar con bolsas negras esta prenda larga y suelta que decoraron con cintas del mismo material. Entre este grupo convertido en una gran tuna universitaria se encontraba Irene Linera Villar, conocedora de la figura del tuno y del atuendo que les caracteriza. "Son estudiantes universitarios que cantan a las chicas", señalaba la joven.

El cassette y el disco de vinilo, dos formatos de grabación casi olvidados y prácticamente desconocidos para los estudiantes, revivieron en el desfile de ayer. Padres y alumnos del colegio Villalegre los hicieron visibles por unas horas al formar parte del disfraz que lucieron, fabricado a partir de una bolsa gris sobre la que plasmaron dibujos de ambos productos. Para resaltar la importancia que tuvieron en su día, algunos adultos portaban en la cabeza, adherida a una cinta, un cassette con el que explicaban a los niños cómo se utilizaba y se introducía en el reproductor. Las caras de sorpresa de los pequeños eran mayúsculas al escuchar la finalidad de unas piezas que probablemente nunca habían visto.

Si bien los disfraces con bolsas de plástico tuvieron una gran acogida, el colegio de Llaranes prefirió decantarse por las de tela "para ser coherentes con nuestra línea de apoyo al cada vez menor uso del plástico", subrayó David Artime, director del centro público. La comunidad educativa de este colegio destacaba entre la multitud de participantes en el desfile por la intensidad del color elegido, el verde flúor. Sobre la tela situaron teclas de xilófono.

Encabezado por la fanfarria El Felechu (cuyos miembros portaban chaquetas de cocineros decoradas con notas), las escuelas infantiles del Quirinal, La Magdalena y La Toba fueron los primeros centros educativos en recorrer el casco urbano. Llamaba la atención el atuendo elegido por el Ampa de La Magdalena , de riguroso negro, con una plancha de goma Eva de color blanco colocada en el pecho y sobre la que habían pintado notas musicales.

En el extremo contrario, cerrando la comitiva y tras la última fanfarria participante en el acto (El Felechu, El Compango y Ceda el Paso), un pequeño grupo de niñas bailaba siguiendo las directrices de dos monitoras. Eran parte de la peña "Jarra y Pedal", pocas horas después coronada como Reyes del Goxu y la Faba.

El desfile atrajo la atención de los vecinos a lo largo de todo el recorrido y fue presenciado por numerosas personas desde las aceras. "Alegra ver tantos niños en la calle con sus familias y agrupados por colegios", comentaba María Jesús Martínez, atenta a los disfraces y con la mirada puesta en una madre del Apolinar García Hevia convertida en la cantante Massiel, que llevaba un micrófono en la mano con un texto que decía: "Yo gané Eurovisión".