"El despliegue del dispositivo está siendo enorme; si todas estas personas no encuentran a Dévora, nadie podría. Estamos muy agradecidos", afirmó Juan Salas, hermano de la mujer desaparecida en la madrugada del pasado lunes mientras pescaba en la punta del Pical, en Arnao. Eso fue minutos después de recibir una mala noticia sobre el dispositivo de rastreo para encontrar el cuerpo de Dévora Salas. "Los GEAS -Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil- han podido entrar al agua para registrar las grietas y cuevas de la zona en que cayó, pero no han encontrado nada que indique que se encuentre allí, por lo que ya se descarta el Pical en la búsqueda: el cuerpo ha salido mar adentro", señaló el jefe de zona de Bomberos de Asturias y portavoz del dispositivo, Francisco Barreñada.

De esta manera, el dispositivo se centrará desde ahora en la búsqueda de algún indicio que permita delimitar el lugar en que se encuentra el cuerpo: "El dispositivo continuará por aire, desde El Musel hasta esta zona; por tierra, en los acantilados de todo ese recorrido, y por mar, hasta cabo Negro, Peñas y hacia el este. Una prenda puede ser clave para poder centrar un poco más la búsqueda, aunque el mar no es una ciencia exacta". La familia de Dévora Salas no pierde la esperanza: "Sabemos que no es fácil encontrar algo así en un océano, así que esperamos que el mar nos la quiera devolver".

Los buzos de la Guardia Civil pudieron entrar por fin ayer en el agua gracias a que el mar dio una tregua. En los días anteriores del dispositivo de rastreo, que comenzó la misma noche del accidente, la mar de fondo no permitía la visibilidad de los GEAS durante la inmersión. Ayer, tres agentes equipados con bombonas de oxígeno se lanzaron al agua a primera hora de la mañana para comenzar la búsqueda. Las esperanzas aumentaron al encontrar una bolsa estanco que podría pertenecer a la mujer. No fue así. La descripción que ofreció Borja Ovies, pareja de la desaparecida que se encontraba capturando percebes con ella en el momento del accidente, fue la de una mochila gris con una franja rosa que nada tenía que ver con la aparecida ayer en la zona.

"Queremos estar aquí cuando aparezca y queremos estar apoyando a Borja para que levante el ánimo. Ha sido un desgraciado accidente y todos estamos muy afectados", afirmó Juan Salas. Familiares de Dévora Salas estuvieron el lunes en Asturias, pero regresaron a Madrid -lugar natal de la desaparecida, aunque actualmente vivía en Luanco- con los dos hijos menores de la mujer. Ahora, pueden seguir de cerca el dispositivo. "Hemos estado siguiendo todo el operativo desde la distancia, pero necesitábamos venir", comentó el hermano.

Borja Ovies, pareja de Dévora Salas, también estuvo ayer en el puesto de mando avanzado de los servicios de emergencias. "Pido por favor respeto a la gente en estos momentos duros. Hemos visto comentarios desagradables en las redes sociales -de hecho, ha denunciado algunos de ellos- y tanto Dévora como yo tenemos una familia que incluye a menores", solicitó el hombre. Fue uno de los primeros en recibir la noticia de la aparición de la bolsa y lamentó que no fuera de utilidad. "La espera se le está haciendo muy larga. Sabe que el mar es así, pero le cuesta", explicó su madre, Nuria Fernández.

La búsqueda

El dispositivo de rastreo de por tierra se ha reducido y las labores se centrarán en los próximos días en aire y mar.

Durante los próximos días los helicópteros tanto de Salvamento Marítimo como de Bomberos de Asturias harán coincidir sus vuelos con la bajamar y ampliarán el radio de acción hasta el concejo de Valdés por el occidente y a Colunga por el oriente. Por mar hoy le ERIE acuática de Cruz Roja rastreará la playa del Cuerno y por la zona también estará la patrullera de la Guardia Civil.

De cara a los próximos días el dispositivo se mantendrá de forma similar tanto en medios y efectivos como en horario de rastreo, por lo que se informará si se produce algún hallazgo.