Nueva jornada infructuosa en la búsqueda de Dévora Salas, la mujer que cayó al mar arrastrada por una ola en la madrugada del pasado lunes mientras pescaba con su pareja en la punta del Pical, en Arnao. El dispositivo de rastreo va ampliando terreno con el paso de los días y durante el día de ayer, llegó desde Luarca a Lastres, por tierra y por aire. "Por tierra los efectivos pierden operatividad por lo extenso del territorio que explorar", explicó el jefe de zona de Bomberos, Francisco Barreñada, durante el dispositivo de ayer, en el que el helicóptero Helimer de Salvamento se dirigió hacia el oeste, desde Arnao, y el de Bomberos, hacia el este. En el mar estuvieron lanchas de Cruz Roja y el patrullero de la Guardia Civil, un dispositivo similar al que se desarrollará hoy. "La tendencia natural es que las corrientes vayan hacia el este, pero no queremos perder ninguna pista que pueda acercarnos al paradero del cuerpo", señaló Barreñada. Dos buzos de Cruz Roja examinaron ayer las rocas de la playa del Cuerno en Salinas, pero tampoco encontraron indicios de que el cuerpo esté en la zona.

En el día de ayer se produjo uno de los momentos más emotivos de estos días. Borja Ovies, el novio de Dévora Salas y que se encontraba con ella cuando se la tragó el mar, se encontró con su cuñado, Juan Salas. Ambos se fundieron en un abrazo para luego charlar largo y tendido. Ovies quiso sumarse a los agradecimientos que el hermano de Dévora realizó el jueves: "Quiero dar las gracias a los grandes equipos que están al pie del cañón cada día buscando a Dévora, a todos y cada uno".