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"Es hora de democratizar el callejero", piden los grupos de memoria histórica

Tres alcaldes del periodo franquista dan nombre a otras tantas vías, un cuarto al campo de fútbol municipal y varios falangistas a colegios

Una mujer pasa ante el cartel que indica la calle Alcalde Francisco Orejas Sierra. RICARDO SOLÍS

"Con la ley en la mano, el callejero avilesino que honra el franquismo tendría que haber desaparecido en 2007. Es cierto que la ley estatal no daba plazos, pero según la asturiana las eliminaciones de nombres tendrían que haberse realizado ya, No cabe ningún debate legal ni político". Estas palabras son de Rafael Velasco, presidente de la Federación Asturiana Memoria y República (Famyr), para referirse a la retirada de los nombres de las calles vinculadas al régimen dictatorial franquista. Y es que Avilés todavía cuenta con rémoras del franquismo en sus calles, calles que tienen el nombre de alcaldes que "no tienen cabida" en la ley de memoria histórica del Principado, como es el caso de Francisco Orejas Sierra, José Luis López Ocaña y Fernando Suárez del Villar. O Román Suárez Puerta, que da nombre al estadio donde juega el Real Avilés. El listado aportado por especialistas en memoria histórica incorpora también a Sabino Álvarez Gendín y los colegios Apolinar García Hevia y Marcelo Gago. "Es preocupante naturalizar unos nombres asociados a un régimen de crimen y terror y homenajearlos", destacó Velasco, uno de los partidarios de emprender un proceso para "democratizar" el callejero avilesino.

En ese listado también figuran calles como la avenida de Alemania y la de Portugal, que en su momento recibieron esos nombres para homenajear a los régimenes autoritarios de Adolf Hitler y de Antonio Oliveira Salazar. Antes, esas calles eran denominadas la avenida del Fresno y la de la República.

El historiador y especialista en memoria histórica Pablo Martínez Corral hizo un símil futbolístico e irónico aprovechando que Román Suárez Puerta da nombre al estadio avilesino: "En las calles, los alcaldes franquistas ganan 3 a 1 a los democráticos, y el paseo de Ponga fue de penalti en la prórroga (en alusión al rechazo inicial que suscitó la idea de dar el nombre del exalcalde socialista a una calle avilesina)". Al margen de esa lista, el Alcalde republicano David Arias da nombre a uno de los paseos principales del parque Ferrera.

Martínez Corral va a más y detalla que López Ocaña, médico y "represor", hizo la autopsia del líder comunista avilesino Emeterio García junto a Orejas Sierra, también facultativo. Y todo mientras Ocaña era alcalde, cargo que asumió en diciembre de 1937, dos meses después de que Asturias cayera en manos franquistas. "López Ocaña fue también regidor con Primo de Rivera", añadió.

Suárez Puerta fue alcalde en la posguerra y concedió dos medallas de la ciudad a Franco, en 1945 y en 1966, indica el también historiador y especialista en memoria histórica, Pablo Alcántara, quien recuerda además que Orejas Sierra, designado regidor avilesino en 1956, "participó en la represión franquista en los años de posguerra" y cuenta con una de las principales calles de Las Meanas. Fernando Suárez del Villar fue el último Alcalde del franquismo y da nombre a una vía situada en el entorno de Puerta de la Villa.

Martínez Corral y Alcántara pasan al ámbito educativo para centrarse en Sabino Álvarez Gendín, con calle La Magdalena, y los nombres del colegio de La Espina (Apolinar García Hevia) y el del barrio de La Magdalena (Marcelo Gago). Álvarez Gendín, según explicó Alcántara, fue rector de la Universidad de Oviedo en 1955 "nombrado por los franquistas, tras el fusilamiento de Leopoldo García-Alas, que había sido rector durante los años de la República". "Expurgó las bibliotecas", añade Martínez Corral.

Gago "fue profesor de Formación del espíritu nacional, una asignatura vinculada a la Falange. Este maestro defendió la separación de niños y niñas en las escuelas", apunta Alcántara. Corral agregó: "Tildó de 'perversión' la educación republicana, abogando por una Falange pedagógica". García Hevia "era un activo falangista que participó en la represión en la ciudad", según Alcántara y Martínez Corral, quien dice de él que, según los expedientes de la época, "denunció a profesores por su condición de republicanos, entre ellos a Isabel Palacio", que es quien, a su juicio, debería dar nombre a un centro público por su "compromiso con la educación".

Fuentes municipales explicaron ayer que no existe "ninguna actuación pendiente en el ámbito de la ley de memoria histórica. Nuestra referencia en este sentido son las indicaciones de la Comisión de expertos del principado de Asturias, como la de retirar la simbología franquista de la Cruz de los caídos del cementerio de La Carriona".

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