Grupo Industrial Riesgo, una entidad comercial que encabeza David Domenech, sorprendió a los trabajadores de la empresa Alu Ibérica de Avilés en la mañana del 15 de abril pasado: había comprado casi tres tercios de la empresa que, hasta el mes anterior, había pertenecido a Parter Capital Group, una sociedad que, a su vez, había adquirido las fábricas a la multinacional norteamericana Alcoa el 1 de agosto de 2019.
Este juego empresarial, en pleno confinamiento por el ataque del covid-19, causó, al principio, sorpresa entre los trabajadores y las administraciones públicas que habían avalado el "cásting" que habían montado los estadounidenses a cambio de no cerrar las plantas. Y esa sorpresa ha cambiado "en rechazo y miedo" ante un futuro desconocido.
"Venimos para quedarnos, mantendremos los puestos de trabajo y vamos a impulsar el negocio para convertirlo en la referencia industrial del aluminio en el sur de Europa. Es lo que siempre quisimos hacer y por fin vamos a hacerlo", aseguró la compañía por medio de un comunicado de prensa del día 16 de abril, es decir, unas pocas horas después de hacerse a cargo de la compañía. Y es que Grupo Industrial Riesgo había participado en la elección que montó Alcoa y del que salieron ganadores los suizos de Parter.
La adquisición de las participaciones industriales de Riesgo a Parter comenzó a cocerse en el mes de septiembre. Se materializó pocos días antes de que saltase la noticia. El detalle de esta operación (el precio, los beneficiciarios) sigue siendo un enigma. Igual que los aliados con que contaba Grupo Industrial Riesgo para introducirse en el mercado de la fabricación de aluminio. En un principio se habló de "unos austríacos y de unos holandeses". La alianza con los primeros se disolvió en los primeros días de su llegada.
El Consejero de Industria, Enrique Fernández, manifestó a preguntas de Ciudadanos: "El mal menor de toda esta historia, hoy por hoy, es que el Grupo Industrial Riesgo asume los compromisos de Parter. Dice que va a garantizar el empleo y también que va a hacer un proyecto de modernización y de potenciación industrial de la factoría. Ante esta situación, y mientras se diluyen las dudas jurídicas que tenemos respecto al acuerdo inicial, lo que les hemos pedido es que, si esos son sus objetivos, que podemos estar de acuerdo, pero que los queremos ver. Aquí, el nivel de desconfianza, el nivel de supervisión del proyecto industrial de Avilés se ha intensificado porque lo que al final todas las partes queremos es que allí se desarrolle un proyecto industrial y no haya operaciones especulativas".
El comité de empresa ha denunciado varios impagos: retraso de casi una semana en el abono de la nómina de mayo, en el pago de la factura de prevención de riesgos (ya saldado) y también de auxiliares y proveedores de materia prima.
