Un menor transexual de Luanco ha denunciado un caso de acoso escolar en el instituto de la capital gozoniega. Según el relato del denunciante, lleva tiempo sufriendo agresiones e insultos por parte de un grupo reducido de alumnos, motivo por el que la familia decidió poner el asunto en conocimiento de la Guardia Civil. El joven, de 15 años, comparece mañana ante la Fiscalía de Menores. Según su testimonio, ha sido objeto de agresiones verbales que van desde los insultos ("bicho raro" o "espécimen") o las faltas de respeto continuadas. Detrás de estos ataques se encuentra, explica la víctima, un grupo reducido de alumnos del centro educativo de Luanco "liderados" por un compañero de clase del afectado.
Xega (Xente LGTB Astur) emitió ayer un comunicado para apoyar al menor y su familia. "Hechos y denuncias como ésta confirman, una vez más, la necesidad imperiosa de disponer de una Ley Integral Trans Autonómica que proteja a este sector tan vulnerable de nuestra sociedad. Además, queda patente la necesidad de incidir en la formación y educación del alumnado y profesorado para prevenir estos casos, identificarlos y actuar de forma adecuada", subrayan.
Los padres del menor relataron ayer el calvario sufrido. "Sabíamos que era diferente y con 14 años, hace ya dos, nos dijo que el cuerpo que tenía no era el suyo, que en realidad era un chico. Le operamos hace 15 días en una clínica de Barcelona, en cuanto acabó el confinamiento y ahora ya tiene hasta el DNI cambiado y se sigue hormonando", cuenta la madre.
Hace unos días cuando el chico fue con su padre a pedir unas hamburguesas se encontró otra vez con los acosadores y aún delante de su progenitor le insultaron. "Nos dijo que era la tercera vez que le pasaba desde que habíamos vuelto de Barcelona. Fue una pena porque él había regresó con el autoestima muy alta", rememora la familia. Entonces decidieron actuar. Pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil y esta, a su vez, en la Fiscalía de Menores, ante la que declaran esta semana. "Nuestro hijo acaba de terminar cuarto de la ESO. El problema lo tuvo con compañeros que llevan toda la vida estudiando con él, que son hijos de amigos nuestros de toda la vida, eso es lo que más duele. Cuando empezó este curso, en octubre, él ya se estaba hormonando y los cambios físicos se empezaban a notar. Un día nos dijo que lo estaba pasando mal", detalló la progenitora, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA.
Los padres insistieron a su hijo "que tenía que asumir que había gente mala pero en diciembre ya se nos echó a llorar y no quiso volver al instituto. Varios chavales se habían puesto en medio de la calle y le habían llamado espécimen", rememoran. Al parecer, y siempre según el testimonio de la familia, el centro organizó una charla para los alumnos y convocó a los padres. "Algunos nos llamaron para pedirnos perdón pero no sirvió de mucho", concluyen. El chico ya ha completado el cambio de centro que su familia pidió.
