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El albergue municipal, con el aforo a la mitad por el covid, recibió en verano a 800 peregrinos

Casi el 30% de los huéspedes procedían del extranjero l Los gestores confían en que el año xacobeo 2021 contribuya a la recuperación

Mayte Gonzalo, ayer, en la terraza del albergue de peregrinos "Pedro Solís". MARA VILLAMUZA

Casi 800 peregrinos se alojaron en el albergue "Pedro Solís" a lo largo del pasado verano. Pese a que la cifra se encuentra a años luz a la del balance de los estíos previos al estallido de la pandemia del coronavirus, los gestores de la instalación ven en estas cifras un "balance positivo" dadas las limitaciones de movilidad que impuso la pandemia y a la reducción de plazas que se ofertan a los caminantes por los protocolos de seguridad activados para mitigar los contagios. Entre los meses de julio y agosto hicieron noche en las instalaciones de la avenida Cervantes 793 peregrinos. En agosto del año pasado, solo en un mes, se registraron 1.221 pernoctaciones.

El albergue "Pedro Solís" permaneció con el candado echado tres meses, desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia mundial de coronavirus, el pasado marzo. Reabrió recién inaugurado julio con un aforo del 50%. Desde entonces, están solo en uso 26 de las 52 plazas que oferta. "Este año han reabierto muy pocos albergues de peregrinos municipales. Cuando la situación mejore, pretendemos aumentar el aforo al 70%, que es la recomendación que nos habían hecho inicialmente. Por precaución, decidimos dejarlo en la mitad", explica Mayte González, presidenta de la Asociación Asturgalaica, entidad que gestiona la instalación.

De los 863 peregrinos que han pernoctado en lo que va de año en las instalaciones de la avenida Cervantes, cerca del 30% procedían del extranjero, un porcentaje considerable dadas las limitaciones en la movilidad internacional por el covid-19, pero muy alejado de los niveles de los años previos a la pandemia. El año pasado, por ejemplo, hubo más peregrinos extranjeros que nacionales. Supusieron un porcentaje del 63%.

Por meses, en enero se alojaron en el albergue de peregrinos 19 personas, 28 en febrero, 23 en marzo, 275 en julio, 376 en agosto y 142 en septiembre. En cuanto a las nacionalidades, los alemanes siguen ocupando el puesto número uno del ranking (48), seguidos de cerca por los italianos (42). A más distancia se encuentran irlandeses (14) y argentinos (13). Aunque contados, también hicieron noche en las instalaciones municipales peregrinos procedentes de Brasil, Canadá, China, Chile, Colombia, Corea y Australia.

El protocolo activado por los gestores del albergue incluye tomas de temperatura y las obligadas medidas para facilitar la distancia interpersonal. Si un huésped duerme en la litera de abajo, en la de al lado solo se permite hacerlo en la de arriba. Además, se les facilita gel hidroalcohólico y es obligatorio el uso de la mascarilla en todo momento. Por el momento, se mantiene el horario de tarde, de 16.00 a 20.00 horas (antes de la pandemia, abría de 13.00 a 22.00 horas, en horario interrumpido). Y así continuará salvo que aumente la demanda.

No obstante, la temporada alta en el albergue se da por finalizada y Mayte González y su equipo confían en que baje la ola de la pandemia y el Año Santo 2021, que está a la vuelta de la esquina, contribuya a la recuperación. Pese al parón de actividad que supuso el covid-19 y el confinamiento, la asociación no perdió el tiempo.

Los miembros de la Asociación Asturgalaica realizaron mejoras en la instalación con los 10.000 euros de subvención que recibieron del Ayuntamiento. Los peregrinos estrenaron este verano colchones antiácaros, vajilla, hornos microondas... "Nos ha quedado una cocina que parece de un hotel de tres estrellas", presume la presidenta del colectivo.

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