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Un furtivo pacta una multa cuatro veces menor de la que pedía la Fiscalía

El mariscador condenado, viejo conocido de los guardas, fue pillado en una piedra pese a estar inhabilitado para la actividad

Un agente del Seprona, de patrulla cerca del faro de Avilés. M. V.

La satisfacción de uno -el hombre que compareció ayer en sede judicial acusado de extraer percebes ilegalmente- fue la frustración de otros -los agentes de la guardería pesquera del Principado-. Y es que un acuerdo de conformidad previo al juicio rebajó de 4.800 a 1.080 euros la multa que deberá pagar un acusado de furtivismo pesquero tras haber sido pillado in fraganti a los percebes, sin licencia y estando inhabilitado por una sentencia anterior para esa actividad.

El interesado se mostró conforme con la pena cuando su abogado le comunicó los términos del acuerdo alcanzado con el fiscal, pese a lo que siguió defendiendo públicamente su inocencia. El contraste a la satisfacción del condenado lo daban las caras de impotencia los funcionarios de la guardería pesquera asturiana, tanto la del que había sido citado a declarar por haber intervenido en el operativo que permitió pillar al furtivo como lo que habían acudido a acompañarlo en gesto de solidaridad. Lo mismo podría decirse de la agente de la Benemérita que había sido citada para participar en un juicio que no llegó a celebrarse.

El Ministerio Fiscal sostuvo en su pliego de cargos que el acusado, un vecino de Santander con antecedentes por furtivismo, "conforme a sentencia de fecha 9 de mayo del Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés fue condenado por un delito contra la fauna a la pena, entre otras, de dos años de inhabilitación especial para la realización de actividades de marisqueo. Aprobada la liquidación de condena por auto de 19 de febrero de 2019, el acusado debía empezar a cumplir dicha inhabilitación el 3 de enero de 2019, finalizando la misma el 3 de enero de 2021, liquidación de condena de la fue notificado y requerido en fecha 3 de enero de 2019".

No obstante lo anterior, prosigue el relato de la Fiscalía, "el acusado, con conocimiento de la existencia de la citada medida y de las consecuencias de su incumplimiento, el día 28 de marzo de 2019 se encontraba en la zona de piedras conocidas como La Cagalera, sita en las proximidades del cabo Vidio, realizando labores de marisqueo". Esos hechos son constitutivos de un delito de quebrantamiento de condena a ojos de la Fiscalía, que pidió inicialmente la pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 8 euros. Ayer hubo, día señalado para el juicio, hubo conformidad en rebajar la multa a 12 meses de multa con una cuota diaria de 3 euros.

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