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El comité avilesino no se fía del tranquilizador mensaje del presidente mundial de Saint-Gobain

Los sindicatos piden a la compañía “pasar de las palabras a los hechos” en un clima de división por la convocatoria de movilizaciones

Una pasada visita de una delegación sindical de Saint-Gobain al Ayuntamiento de Castrillón.

El pretendido mensaje tranquilizador que lanzó el presidente mundial de la multinacional Saint-Gobain, Pierre-André de Chalendar, en la Convención para el Diálogo Social Europeo (el foro social de la compañía) referido al futuro de las plantas españolas –dijo que el grupo no tiene intención de reducir más la actividad en España– no ha calado lo más mínimo entre los sindicatos con representación en el comité de la fábrica de vidrio de Avilés (antigua Cristalería Española). Los portavoces de CC OO, la UGT y la CSI, con ocho, siete y dos delegados respectivamente, manifestaron ayer su desconfianza en las palabras del presidente y pidieron “hechos que las ratifiquen” e “inversiones que logren devolvernos la confianza”.

En mayor o menor medida, los tres sindicatos aseguran que, vistos los antecedentes (como el cierre de parte de la planta tarraconense de Arbós), los mensajes de la compañía no les merecen crédito si no van acompañados de planes estratégicos detallados y con asignación presupuestaria.

Un portavoz del sindicato mayoritario en la fábrica, CC OO, manifestó que la central mantiene todas las cautelas “en tanto no se produzcan hechos que despejen el futuro e inversiones que ratifiquen la apuesta por nuestro emplazamiento”. La clave de la cuestión, según el punto de vista de CC OO, es “frenar la deriva de deslocalización productiva”, que en el caso de la planta de La Maruca se concreta en el desvío de carga de trabajo a la moderna fábrica marroquí de Kenitra. En cuanto a las inversiones anheladas, “cualquiera sería bienvenida, en especial las que redunden en el ahorro de costes por la vía de lograr una mayor productividad, puesto que ese parece ser el principal problema de la fabrica según reseñan los directivos”. Lo que CC OO tiene claro es que “el problema de competitividad no está en la plantilla, pues la misma empresa admite que los resultados técnicos son correctos”.

Luis Riobello, de la UGT, destaca la falta de correspondencia entre las palabras del presidente y la dinámica de la fábrica: “No están dejando sin carga de trabajo, no hay planes de aumentarla a corto y medio plazo, nada se sabe de la producción de parabrisas para coches eléctricos... No hay ninguna base para dar crédito a las buenas palabras de Chalendar”. Tampoco en la CSI se sienten más “tranquilos” tras lo dicho en la Convención Social de Saint-Gobain: “Es el mismo discurso de todos los años, el mismo que se demostró papel mojado cuando anunciaron recortes en Arbós”, criticó el delegado Juanjo Mielgo.

No obstante la unidad que parece haber en el análisis, los sindicatos de Saint-Gobain discrepan sobre cómo gestionar el actual momento de incertidumbre que vive la fábrica: UGT y CSI defienden movilizaciones para mantener viva la llama del malestar obrero y CC OO se desmarca de esa estrategia. A falta de acuerdos en esa materia en asambleas celebradas ayer, el asunto quedó sobre la mesa.

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