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El plan para reconstruir la depuradora se activa para empezar la obra en 2022

El próximo Consejo de Ministros autorizará la licitación de Maqua en 39,5 millones | El saneamiento de Gozón se lleva más de 6 millones

La EDAR de Maqua. | Ricardo Solís

La reconstrucción de la depuradora de Maqua, pendiente desde hace años, comenzará en el mejor de los casos ya avanzado 2022. Como adelantó este periódico, la intención del Ministerio de Transición Ecológica pasaba por licitar este año la actuación. Y así será, según anunció ayer el secretario de Estado de Medio Ambiente, el asturiano Hugo Morán. El próximo Consejo de Ministros autorizará la licitación en 39,5 millones, activando así el proyecto. No obstante, aún tardarán en verse las palas en la depuradora de la comarca avilesina dados los plazos que conlleva una actuación de estas características. También se activará el proyecto de saneamiento de Bañugues (Gozón). Tendrá un coste de 6,6 millones y se ejecutará entre 2021 y 2023 con cargo al Fondo de Recuperación y Resiliencia, según anunció el Secretario de Estado de Medio Ambiente.

Dados los plazos que maneja la Administración central, el escenario más optimista para el comienzo de la obra de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Maqua se sitúa a finales de 2022. Como anuncio ayer Morán, está previsto que el Consejo de Ministros dé la próxima semana luz verde a la licitación y que ésta se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de las campanadas de Fin de Año.

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica explicaron que el proceso de licitación suele conllevar un plazo estimado de unos nueve meses (hasta septiembre de 2021), “por lo que lo más probable es que los trabajos de redacción del proyecto se puedan empezar a finales de 2021”.

A partir de ese momento, el contrato establece un plazo de seis meses para la elaboración del proyecto, lo que movería el calendario a mediados de 2022. De ahí que, en el mejor de los casos, sin imprevistos, la obra pudiese iniciarse ya avanzado ese ejercicio. Según establece el contrato, el plazo de ejecución de los trabajos es de 30 meses, lo que llevaría la conclusión de la obra hacia ya avanzado el año 2024.

La reforma de Maqua es más bien una reconstrucción para pasar de un vertido de zona menos sensible a un vertido a zona normal. Como informó LA NUEVA ESPAÑA en 2017, la EDAR de la comarca incumple la normativa europea desde que empezó a funcionar en junio de 2004. No solo presenta deficiencias en el tratamiento biológico por la escasa capacidad de la instalación y por la intrusión de agua salina, sino que presenta un avanzado estado de deterioro, principalmente por corrosión.

Las inversiones son constantes en los últimos años para hacer frente a las complicaciones que se van produciendo mientras se sigue a la espera de la reforma. Más de 700.000 euros se invirtieron en Maqua 2018 y 2019. La corrosión por la filtración de agua salada destroza el material metálico de la depuradora y se come al hormigón. De los 3,1 millones de presupuesto que maneja la depuradora al año (suma que aporta la Junta de saneamiento y que procede del impuesto de afecciones ambientales), entre uno y 1,3 se destinan a pagar la factura de la luz y otro tanto a mantenimiento. El consumo mensual medio de energía se traduce en 70.000 euros por el sistema de bombeo de la depuradora.

Al fin se activa la cuenta atrás para la demandada obra de la EDAR de Maqua, que supondrá un desembolso de 39,5 millones, el doble de lo que costará levantarla. La actuación incluirá la demolición de la cúpula y el Ministerio trabaja también en un proyecto de restauración del entorno, para el que se estima una inversión de 1,5 millones.

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